POR MANUEL GONZÁLEZ RAMÍREZ, CRONISTA DE ZACATECAS (MÉXICO)
Los #escribientes o #memorialistas, llamados popularmente #evangelistas, eran personajes comunes en la vida cotidiana de la Ciudad de México.
Ellos tenían por oficio redactar facturas, recibos y cartas, siendo estas últimas un trabajo de suma importancia para el siglo XIX, puesto que permitían la comunicación epistolar entre individuos que, muchas veces, carecían del conocimiento de la escritura.
Entre estos mensajes destacan las cartas de amor, teniendo como ejemplo el siguiente verso:
“Ni contigo ni sin ti / Mis males tienen remedio; / Contigo, porque me matas / Y sin ti, porque me muero.”
Fuente e imagen:
INEHRM.
Antonio García Cubas, El libro de mis recuerdos, México, Imprenta de Arturo García Cubas, Hermanos Sucesores, 1904, pp. 225-228.