POR APULEYO SOTO PAJARES, CRONISTA OFICIAL DE BRAOJOS DE LA SIERRA (MADRID)
Bien que acudan los lectores letraheridos, aunque sea a tontas y a locas, a la Feria de los libros del Retiro, seducidos o abducidos por el prurito de contar con la firma del autor. Yo he gozado muchos años de esa satisfacción adolescente.
¿Pero por qué no se aproximan también (o en vez de) a las librerías de barrio que les ofrecen los mismos descuentos estos días mayojunieros? ¡Ah, la mitomanía! Una cosa es comprar enseñándose y aparcar el producto cultural en la estantería del despacho para fardar ante los invitados a una reunión casera, y otra muy diferente, pero más profunda, silenciosa y saludable, es leer, leer, leer…el contenido de la bolsa transeúnte. A cada cual lo suyo.