POR FRANCISCO RIVERO, CRONISTA OFICIAL DE LAS BROZAS (CÁCERES)
El pasado día 10 de marzo se cumplieron 70 años de la muerte en Barcelona del actor brocense Casimiro Ortas, un profesional excelente del arte de Talía especializado en la comedia y en zarzuelas, y para quien escribían grandes escritores como Pedro Muñoz Seca, Carlos Arniches o el maestro Jacinto Guerrero, dedicándoles muchas de sus obras.
Por ese motivo el Ayuntamiento de Brozas (Cáceres) le dedicó un homenaje en la tarde del sábado 11 de marzo de 2017 en el Auditorio de las Comendadoras, con una conferencia de este cronista oficial de la villa, Francisco Rivero, con asistencia de un grupo de personas en conocer la vida y obra del actor brocense, escuchándose su voz, muchos de las cuales nunca la habían oído.
Casimiro Ortas y Rodríguez había nacido en el número 2 de la Plaza Nacional (hoy Plaza Príncipe de Asturias) de Brozas el 1 de mayo de 1880 mientras que el resto de su familia, también gente del teatro, estaba actuando en Alcántara.
Su padre Casimiro Ortas Navarro, que en su tiempo fue también un célebre actor, natural de Olivenza, no quiso que su hijo se dedicara al teatro, sino a los estudios de medicina. Sin embargo, el muchacho se estrenó como actor, con tan solo 15 años, con un rotundo fracaso con la obra “La caza del Oso” en un teatro de Sabadell. Pero con el tiempo se convirtió en una primera figura.
Ortas llegó a alcanzar mucho éxito en una de las primeras plazas de Madrid como fue el teatro Apolo, situado en plena calle de Alcalá, muy cerca de la Plaza de Cibeles, pegado a la iglesia de San José y que, tras ser derribado, fue la sede central de un banco muy conocido.
Tuvo Casimiro grandes éxitos con obras de Muñoz Seca, como “La Tela” o “Los extremeños se tocan”; de Carlos Arniches, “La venganza de la Petra”, o “Señor Adrián, el primo”. Quizá la obra que más éxito le aportó fue la zarzuela “El asombro de Damasco”, de Antonio Paso, padre de conocido autor Alfonso Paso. Curiosamente, una hija de este reconocido autor teatral pasaba sus vacaciones en la villa de Las Brozas de jovencita.
Se casó dos veces con dos actrices: Carmen Sobejano, fallecida en 1933 de elefantiasis y con Aurora García Alonso; a la boda de esta apadrinada por el Rey Alfonso XIII, acudió en persona Pedro Muñoz Seca.
Fue también director teatral y empresario, con cuya compañía recorrió todos los teatros de España y los de Cuba, México y Argentina, con grandes éxitos y también verdaderos fracasos, a veces económicos, arruinándose varias veces.
Grabo numerosos discos de pizarra dedicados al humor y filmó varias películas, entre ellas: “Los apuros de un paleto” (1916), “Problema resuelto” (1923) y Poderoso caballero” (1935). Su segunda esposa, Aurora García Alonso, hizo papeles secundarios con actrices como Sara Montiel o en la película “Dónde vas Alfonso XII”, con Vicente Parra y Paquita Rico. Este periodista ha podido saber que quedan restos de una película de Ortas que merece la pena ser restaurada por la Filmoteca Extremeña, recuperando así un patrimonio artístico de la región.
Casimiro Ortas murió, casi en la indigencia, en la madrugada del lunes 10 de marzo de 1947 en Barcelona, cuando trabajaba en el Teatro Borrás, en la compañía de Paco Melgares, su discípulo, quien compadecido del maestro le dio trabajo.
La comedia que iban a reponer el miércoles próximo al de su muerte (12 de marzo) era “Militares y paisanos”, de Emilio Mario, hijo. Tuvo que hacerse cargo de su entierro el Sindicato Nacional del Espectáculo.
Casimiro Ortas se halla enterrado en la tierra en el cementerio de la Almudena en una tumba perpetua. Por si alguna persona quiere conocer el lugar exacto donde está enterrado, según me informó la Empresa Municipal de Servicios Funerarios y Cementerios de Madrid, se halla en el cuartel 79, manzana 76, letra B.
Hace años vi y fotografié su tumba que llevaba la leyenda; “Propiedad de Casimiro Ortas”. Se ha debido enterrar algún familiar en los últimos años en ella, la han rehecho y ya no figura nada, según pude apreciar el mismo día 10 de marzo de 2017, cuando visité el lugar como homenaje personal al gran maestro cómico.
Ortas, hijo predilecto
Quince años antes, en 1932, Casimiro Ortas había sido nombrado por unanimidad de la corporación local hijo predilecto de la villa y “colocar en el salón de actos del Ayuntamiento, y costeada de sus fondos, una lápida que inmortalice este acuerdo”.
Asistieron a esta sesión ordinaria municipal, los siguientes señores: Celestino Panadero, Fructuoso Bazán, Carlos Cáceres, Norberto Elviro, Mariano Bravo, Bibiano Antúnez, Ramón Bravo, así como Elías Camisón.
El acta de la sesión dice así: “Por el Sr. Alcalde se comunica al Concejo que el hijo de esta Villa y eximio artista cómico español Don Casimiro Ortas, se propone visitar la población durante la segunda decena del mes en curso (junio), habiéndose puesto en comunicación con él y con el dueño del teatro que lleva su nombre en la localidad `para dar, con la Compañía que dirige, varias funciones de carácter benéfico en el mismo, cuyo producto se propone repartir entre las Sociedades locales de este género. Como aparte del cariño que profesa al pueblo donde se meció su cuna, demuestra un noble y generoso altruismo su sólo propósito de deleitar a los habitantes de la villa mediante el delicioso arte del que es primera figura en el mundo hispano – americano destinando además su producto a fines benéficos; propone a la Corporación adopte acuerdos que testimonien, en nombre del pueblo, su gratitud ante el proceder de tan ilustre hijo, quien de seguro recibirá la intensa satisfacción que produce apreciar que el vecindario se aperciba de las atenciones que aquél sabe dispensar”.
La presidencia municipal propone la moción de nombrarle hijo predilecto, hecho que se acuerda por unanimidad y además le regala al artista, en nombre del pueblo, solar en sitio adecuado donde pueda construir una casa para su recreo y descanso difundiendo esta iniciativa encabezando una suscripción en nombre del Ayuntamiento y con sus presupuestos se ponga en conocimiento del interesado para su satisfacción y demás efectos.