POR ANTONIO ORTEGA SERRANO, CRONISTA OFICIAL DE HORNACHUELOS (CÓRDOBA)

Manuel Rodríguez Sánchez “Manolete”
torero de cuerpo entero
desde los pies a las manos.
Briosos corceles te preceden
y la cabeza de un toro es tu sendero.
No saben volar, pero intentan llegar al cielo
para buscar en la Gloria
al mejor de los toreros,
aunque tratan de impedírselo
brazos robustos de ensueño.
Que ahogan en su garganta
los gritos de desespero,
porque te fuiste “pa” siempre
en el centro de un ruedo,
lleno de claveles rojos
de la sangre de tu cuerpo.
Tus faenas fueron comentadas
con frases y gestos de respeto,
por aficionados, Catedráticos y Académicos;
¡Qué verónicas!, ¡Qué chicuelinas!
¡Qué naturales!, ¡Qué estatuarios!,
¡Qué manoletinas!, ¡Qué pases de pecho!…
Con los pies clavados en el suelo,
sin moverlos ni un milímetro
de donde los habías puesto.
Manuel Rodríguez Sánchez “Manolete”
aquella tarde en Linares
un toro llamado Islero,
clavó su cuerno en tu carne
cuando recibía el acero,
y la muerte se cobró
dos seres al mismo tiempo.
Tu sangre como un torrente
se derramaba en el suelo,
tiñendo aquel redondel
de rojo todo su albero,
Manuel Rodríguez Sánchez
“Manolete” por los tiempos,
la mocitas de tu tierra
van llorando, y en silencio,
guardando luto por ti
vestidas todas de negro.
Córdoba llora tu muerte
igual que el blanco corcel,
que quiso subir al cielo
para traerte de nuevo.

A Manuel Rodríguez Sánchez “Manolete” en el 72º Aniversario, de su muerte.