POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ)
“La manipulación del conocimiento histórico y la construcción de pasados inexistentes o falseados para argumentar con ellos en pro de tal o cual propuesta política carece de sentido. Una cosa es que la Historia sea fuente de experiencia política y moral social, y otra muy distinta que se hagan experimentos a costa de tergiversarla conscientemente para favorecer determinadas ideologías. Reducir el conocimiento a la mera anécdota supone un descenso de exigencia en la calidad cultural. Todo ello, porque no se puede tener un conocimiento histórico coherente y global si se sustituye la Historia con mayúscula, por las historias, con minúscula, desmigajadas y fragmentadas”. (Miguel Ángel Ladero Quesada, historiador, catedrático de la Universidad Complutense, miembro numerario de la Real Academia de la Historia y premio Nacional de Historia de España)