POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ)
En los años 1508-1511 la población de Montijo se vio mermada en ciento diez vecinos (algo más de cuatrocientos habitantes) a causa de una epidemia de peste bubónica, plaga muy frecuente que se propagó intensamente en la Edad Media. Otro tanto ocurrió en las poblaciones cercanas de Puebla de la Calzada, (perdió diecisiete vecinos, más de setenta habitantes), y Lobón que decreció en ochenta y un vecinos (más de trescientos habitantes). Los visitadores de la Orden de Santiago, escriben con rotundidad sobre Montijo: “Hallóse que en esta hermita (se refiere a San Isidro) avía muchos cuerpos sepultados de las dichas pestilencias pasadas”. En aquella ermita (Fotos 1 y 2), que antes fue la primera parroquia hasta ahora documentada de Montijo, había un altar dedicado a los Santos Mártires (Fabián y Sebastián) abogados contra el mal de la peste, especialmente San Sebastián, hasta que se edificó bajo esta advocación una ermita a mediados del siglo XVI en la zona occidental de la población, cercana a la hoy calle de los Mártires, en el lugar conocido por “El Cotorrillo” (foto 3).
En 1599, en el ocaso de la centuria del dieciséis, fue el año que llamaron de la peste, porque por todo el país estuvo muy derramada, sin perdonar casi a ningún lugar, aldea, villa ni ciudad. La peste entró en Castilla desde Francia e Inglaterra a través de los puertos del norte, propagándose rápidamente y provocando más de medio millón de muertos. “Atento que Lobón, Puebla y Montijo están apestados, a cuya causa muchos vecinos de los dichos lugares se an venido a vivir a caseríos del campo cerca de Talavera”.
Presagio de los tiempos que llegaban azuzados por las crisis, el pesimismo y la decadencia a lo largo de la centuria del diecisiete, manifestado sobre todo en los aspectos demográfico, económico y político. Unido a todo ello los conflictos bélicos. Recordemos la Guerra con Portugal (1640-1668). En el vaciado documental de las actas de defunciones para ese período en la villa de Talavera la Real, fallecieron en 1644, 133; en 1645, 119; en 1659, 157 y en 1667, 118; trabajo que me ha sido publicado recientemente en el Boletín XXVII de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes, bajo el título: “Talavera la Real (Badajoz) en la Guerra de Restauración de Portugal (1640-1668), demografía y sociedad”).
En la ciudad de Sevilla, en 1649, se estima que murieron más de cincuenta mil personas de una terrible epidemia de peste. Fue un año fatídico que llenó la ciudad de enterramientos colectivos y despobló barrios. No hubo Semana Santa, pero sí muchas procesiones extraordinarias, pidiendo protección y amparo.
En Montijo, los enfermos pobres, menesterosos y transeúntes eran atendidos en el primer hospital de pobres (foto 4) hasta ahora documentado, situado, describen las fuentes, entre ambas iglesias (San Pedro y San Isidro), junto a la casa del Comendador, después casa-palacio de los condes de Montijo. Aquel hospital de pobres dejó de realizar su actividad, siendo retomada a finales del XVII-comienzos del XVIII por la orden hospitalaria del emeritense padre Cristóbal de Santa Catalina, con la fundación del hospital y capilla de Nuestro Padre Jesús Nazareno.
Las infecciones y las epidemias fueron la principal causa de mortalidad cuando el Homo Sapiens vivía en las cavernas hace decenas de miles de años. La peste había hecho presencia desde la Edad Antigua en la zona (territorios de la villa romana de Torre Águila), a finales del siglo VII, (foto 5), ocasionando estragos en su población, teniendo que ampliar la necrópolis para enterrar a los difuntos.
Estos son los llamados diez jinetes del terror. CÓLERA: Origen bacteriano (Vibrio cholerae). Afecta al sistema digestivo e intestinal. DIFTERIA: Origen bacteriano (Corynebacterium diphtheriae o bacilo de Klebs-Löffler). Inflama las vías respiratorias y digestivas superiores y puede causar hinchazones en la piel. FIEBRE AMARILLA: Origen viral (de la familia de los Flaviviridae). Transmitida por mosquitos. Fiebres elevadas, cefaleas, náuseas, ictericia y hemorragias. GRIPE: Origen viral (familia de los Orthomyxoviridae). Dolor, congestión, fiebre, expectoración. PALUDISMO: Origen parasitario (parásitos del género Plasmodium). Transmitida por diversas especies de mosquito del género Anopheles. Escalofríos, náuseas, cefaleas y fiebres. PESTE BUBÓNICA: Origen bacteriano (Yersinia pestis). Hinchazón de los nódulos linfáticos y septicemia generalizada. SÍFILIS: Origen bacteriano (Treponema pallidum). Llagas, colapso del sistema nervioso. TIFUS: Origen bacteriano (varias especies de Rickettsia). Transmitida por la picadura de piojos y garrapatas. Fiebre y cefalea. TUBERCULOSIS: Origen bacteriano (Mycobacterium tuberculosis). Dolor, infección general. VIRUELA: Origen viral (Variola virus). Erupciones, fiebre, hemorragias. Precisamente de la viruela hablaremos mañana.