POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
A festejos no hay quien nos gane; sidra, fabada, desarme, chorizos de casa (de alguna casa han de ser), cachopo, centollo, sardinas, oricios…, casi todas sus materias primas importamos; no enumero las celebraciones multitudinarias porque necesitaría más espacio que el de la plaza del Casto. Echamos el resto, como si se tratara de un último deseo. También las elecciones generales se suman a tantos días geniales, nuevo fenómeno social poco productivo pero de récord Guinness. “Help! –cantaban los Beatles- I need somebody!”. Es una manera de tocar a rebato. ¿Por quién doblan las campanas? Se hacia esa pregunta John Donne, mientras se envolvía en una mortaja para que lo inmortalizara un pintor, antes de fallecer; por nosotros doblan las campanas, nos morimos por encima de nuestras posibilidades. Me lo dijo Fernando Beltrán: estamos gravemente ilesos.
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