POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
Como quien lee “Rayuela”, o canta un cancionero en un bar, o se hizo la Autopista del Cantábrico, un tramo acá, otro allá, voy recorriendo con Emma y Mina el Camino Primitivo de San Salvador a Santiago. El viernes salimos de la ermita de San Roque, Tineo, fuente San Juan, Piedralonga en la falda del Navariego; el Rebuchar, caminamos por lecho de castañas, Alto de Guardia, Pozo la Llamavieya, del Ruxidor, Pico Puliares, fuente las Felguerinas, necrópolis de las Canteironas, bajada a Piedratecha, monasterio ruinoso y abandonado de Obona (fundado por un hijo bastardo de mi querido rey Silo), Villaluz, Vega de Rey, asfalto ahora, Berrugoso y Campiello; fin de etapa. Cerrada Casa Herminia volamos al Labrador, en Piedrafita, al pote de los hermanos Bea Menéndez y Jordan, y volando al anís de Casa Alonso que nos escanció Pili Arnaldo, en Pontecastro. Cada cual gana la “Compostela” como Dios le da a entender.
Fuente: https://www.lne.es/