POR APULEYO SOTO, CRONISTA OFICIAL DE BRAOJOS DE LA SIERRA Y LA ACEBEDA (MADRID)
Siete letras oculares porta el nombre de Segovia con el acueducto viendo cómo se adorna de novia para celebrar el “Día… del Libro” que honra a su historia por las calles y jardines de capital de la gloria, tal cual los glosó el Cronista Lecea, de pluma airosa, por los siglos de los siglos.
Gloria, gloria, gloria, gloria a la Marifé Santiago que le hace de palmatoria y programa actos y actos “sinodales” en memoria de la imprenta de Juan Parix y otros ilustrados, noria del tiempo siempre creciente por obra y obra tras obra que le sitúan al cúmulo sentimental de la prosa.
Son los segovianos dóciles por su propia ejecutoria y asistirán ¡cómo no! a esta gran convocatoria de la cultura ceñida a las piedras y a las hojas de acanto y de papel biblia que la ficieran famosa.
Por esto que ya les cuento, expreso a voces mi euforia: Viva me la quiero ver a la adorada Segovia, del Alcázar al Eresma, de Zamarramala a Hontoria.
Y que lleguen chinos, indios y australianos con sus bocas a comerse el cochinillo y el cordero color rosa.
(Por el Puente de Segovia se va al mundo de la jota).