POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
El abadejo, que muchos asocian al bacalao, es un gádido de carne exquisita y no siempre bien apreciada.
El auténtico abadejo (abadexu; abadexu de corte si es de buen tamaño; ferrete y ferreru, si es de 1,5 a 2 kg) es el pez denominado Gadus pollachius L.
Por Lastres Candás, Luanco, Gijón… también llaman abadejo al «carboneru» o carbonero (Gadus virens L.), nombre que ya en siglos muy atrás, cuando se utilizaba un latín medieval, correspondía a «carbonarius».
¿Por qué el nombre de abadejo»?
Lo insinuaba al principio.
Al tratarse de un pescado, digamos que «de clase humilde», no gozaba de aceptación en clases nobles y pudientes; de ahí que su destino era la marinería, campesinos cercanos a la costa, manjar para días de abstinencias penitenciales…
La palabra «abba», aramea, tiene significado de «padre» y, ya establecido el cristianismo y las comunidades monásticas, se transformó en ABAD, con el significado de «superior de una comunidad religiosa».
Así, por ejemplo, hablamos de San Antonio Abad (Abba Antonio), del Abad de un monasterio, o del Abad de Covadonga…
Si el convento o monasterio era pobre de recursos y humilde en su alimentación, su abad, en la escasez, se considera un «Abadejo», un humilde padre preocupado por la subsistencia de sus monjes.
¿Y qué pescado podrían adquirir para días de penitencia? ¡Pues los más baratos! ¡Y ahí estaba nuestros gádidos, el abadejo y el carbonero!
¿Cómo prepararlo?
Para mi gusto, resulta riquísimo -extraordinariamente riquísimo- asado a la plancha. Ayer, triste día el de ayer para el Sporting de Gijón, lo hice así complementando con un ARROZ VERDE AL AJO PEREJIL, que preparo de este modo:
Un día antes de guisar, machaco muy bien en el mortero tres dientes de ajo y un puñadín de perejil verde, muy fresco; lo deslío con aceite y lo llevo a un tarro donde reposa toda la noche.
Adquirirá un precioso color verde.
Con ese «aceite verde y su ajo-perejil» preparo un arroz como si fuese «arroz blanco». Tras la cocción, reposa unos 5 minutos.
En un plato de servicio dispongo los lomos o rodajas de abadejo asado a la plancha, a su lado dos «cubiletes» de arroz verde coronados con un tomatito cherry y decoro con caparazones de cangrejo de mar.
En la foto, mi plato de abadejo.