Acaban de ser publicadas las Actas de este Congreso que acogió las ciudades de Carmona y Sevilla durante los días 26, 27 y 28 de octubre del año pasado. Congreso en el que participé en calidad de Cronista Oficial de Montijo y Lobón con la comunicación: “La aparición de la Virgen del Pilar al apóstol Santiago. Obra de Francisco Meneses Osorio, discípulo de Murillo, en Montijo (Badajoz)”.
En el Volumen I de dichas actas, en las páginas 149 a 158, se recoge el texto de la comunicación que expuse al coincidir con la efeméride del IV centenario del nacimiento de Bartolomé Esteban Murillo. Presentando así una obra hasta ahora desconocida dentro de los catálogos y estudios realizados sobre el pintor Francisco Meneses Osorio.
La obra de Meneses Osorio “La aparición de la Virgen del Pilar al apóstol Santiago”, hoy en la sacristía de la parroquia montijana de San Pedro Apóstol, antes en la ermita del hospital Jesús Nazareno, presenta al apóstol Santiago y ocho de sus discípulos arrodillados, quienes contemplan la aparición de la Virgen María sobre una columna, para levantar el espíritu del apóstol que desalentado se encontraba a orillas del río Ebro.
En la parte inferior izquierda de esta obra se sitúa una cartela en la puede leerse el nombre de los ocho discípulos de Santiago: Teodoro, Atanasio, Torcuato, Indalecio, Tesifón, Cecilio, Everasio y Sisio. La obra destaca el colorido de la túnica y el manto de Santiago, que el artista sabe jugar en el dibujo de sus pliegues, eliminando así la sensación de falta de movimiento. La disposición de las manos del apóstol y los rostros de sus discípulos.
Alrededor de la imagen de la Virgen María, bajo la advocación de Ntra. Señora del Pilar, que viste túnica roja y manto azul, aparece una corte de ángeles de gran belleza física, temática muy empleada por el pintor quien sigue los dictados de su maestro. En la parte superior derecha de la obra, proliferan más ángeles portando una filacteria, en la que se escribe la leyenda “Post partum virgo inviolata permansisti. Dei genitrix intercedere pro nobis” (Después del parto permaneciste Virgen Inmaculada, Madre de Dios, intercede por nosotros).
Hasta ahora nos resulta desconocido cómo y por qué llega esta obra a Montijo. Se ignora por qué los comitentes acuden a la ciudad de Sevilla para contratarla a un artífice discípulo de Murillo. A falta de documentación elaboramos la siguiente tesis, en la que intuyo que en la familia Gragera pudiera estar la respuesta.
En los años finales del XVII, don Rodrigo Alfonso Barrena Gragera, cura de la Orden de Santiago, fue prior electo del convento del Señor Santiago de la espada de la ciudad de Sevilla. Este clérigo santiaguista, cuando Meneses Osorio pinta esta obra, se encontraba ya en Montijo ejerciendo como párroco de la iglesia de San Pedro Apóstol, siendo también Comisario y Notario del Santo Oficio. Un año después de la ejecución del cuadro de la aparición de la Virgen del Pilar al apóstol Santiago, Francisco Meneses Osorio realiza la policromía de la imagen de San Fernando, labrada por Antonio Cardoso de Quirós (1663-1721), hoy en el retablo de su mismo nombre en la colegiata del Divino Salvador de la ciudad de Sevilla.