POR JUAN CÁNOVAS MULERO, CRONISTA DE TOTANA (MURCIA)
El pasado 21 de septiembre tenía lugar en el salón de plenos del ayuntamiento de Totana (Murcia) el acto institucional en el que Mateo García, cronista Oficial de la ciudad, por mérito, dedicación y abnegado trabajo, hacía entrega de una parte importante de su hemeroteca al municipio. En ese legado se encuentran varios volúmenes, en los que aparecen encuadernados un significativo número de artículos de prensa, procedentes de la corresponsalía que Mateo desempeñó entre las décadas de 1970 y 1980 y que vieron la luz en Línea y Hoja del Lunes, fundamentalmente. De igual modo, varios tomos del diario deportivo Marca y ejemplares de Blanco y Negro, La Ilustración Ibérica, La Esfera…
Además, complementando la donación, se encuentra un valioso conjunto de diapositivas sobre la localidad y sus principales manifestaciones culturales, artísticas, monumentales y humanas, imágenes de una excepcional valía para acercarse a la historia del municipio. Junto a ellas aparece un conjunto de grabaciones en DVD, recopilando un programa que en la televisión local realizó el cronista a lo largo de varios años. Totana celebraba este acontecimiento por la significación que representa para su cultura, para su patrimonio… Así, desde su corresponsalía de prensa y de radio, Mateo García ha ido dando testimonio del acontecer, del vibrar, del latir de Totana, de la vida de sus gentes y de la comarca, generando un patrimonio documental y sonoro de singular alcance y transcendencia.
Mateo García, natural de la vecina villa de Alhama de Murcia e hijo adoptivo de Totana, materializaba esta iniciativa en la festividad de san Mateo y, por tanto, en el día de su onomástica, una fecha, por otra parte muy emblemática para el municipio, pues en esta conmemoración se hacían efectivos, se revisaban y cerraban los arrendamientos de tierras y de agua. En una realidad fundamentada en la agricultura estos acuerdos eran básicos y esenciales. Por tanto, la fecundidad de los campos de esta tierra comenzaba confiando al apóstol los proyectos e iniciativas agrícolas, en una mentalidad en la que el hecho religioso marcaba los parámetros de la existencia.
Las palabras de las autoridades locales, además de cálidas y cercanas, expresaron reconocimiento y gratitud pues con esta donación Mateo engrandece a la ciudad, despojándose de lo que ha sido su razón y sentido de entrega durante décadas, apostando por sus raíces, velando por su historia, por esa realidad que día a día ha ido conservando, como testigo implicado. Pero, además, se reconoció, no sólo, la dimensión de su archivo, su erudición, su prodigiosa memoria, sino también su cercanía y humanidad, manantiales de inagotable saber en donde es posible fecundar los interrogantes del devenir del municipio, pues a Mateo se acude ante cualquier duda, ante la necesidad de conseguir una explicación, una imagen, una comprensión… y en él se encuentra siempre la palabra competente, precisa, fecunda, reveladora… que orienta ideas y reflexiones, por lo que se convierte su persona, en un profundo aliciente, estímulo y testimonio para Totana.
A este homenaje se unían también sus compañeros cronistas, con la presencia de representantes de Los Alcázares, Pablo Galindo; de Pliego, José Pascual; de Alhama de Murcia, José Baños; de Puebla de Soto, Juan José Franco y el compañero cronista de Totana, Juan Cánovas. Desde esa perspectiva se tuvo la oportunidad de manifestarle públicamente el regocijo por poder compartir ese entrañable y especial momento, un espacio que quedará grabado en el discurrir de la línea del tiempo con letras y sonidos de reconocimiento, lealtad y cariño hacia Mateo García y su obra, una producción amplia y fecunda que, sobrepasando la veintena, recorre diferentes y diversas parcelas de la esencia que conforma el pasado de la localidad y la comarca del Guadalentín, ofreciéndolas con calidad, naturalidad, pasión y esmero.
Complementando estos trabajos se encuentran también publicaciones fundamentadas en la historia de Alhama, su tierra natal y a la que Mateo rinde una profunda veneración, y de Mazarrón, población a la que está intensamente vinculado y que lleva arraigada en su corazón. Con este bagaje Mateo forma parte ya, por derecho y por justicia, de la pléyade de ilustres vecinos que acrisolan la identidad de Totana.