ADIÓS ABUELO LUIS
POR JOSÉ ANTONIO AGÚNDEZ, CRONISTA OFICIAL DE MALPARTIDA DE CÁCERES
Llegó la parca con su inexorable cometido. Entabló duro combate contra recia naturaleza. Hasta cien asaltos sin lograr derribarla. Fue una lucha encarnizada y, como no podía ser de otro modo, consiguió al fin su trofeo. El largo y fecundo río de vida terminó diluyéndose en el mar eterno de su Creador. Ahora el guerrero ya descansa. Se va un Señor -con mayúsculas-, sensato, sencillo y bueno. Se va con la general consideración, respeto y aprecio de todos los que le conocieron y el inmenso cariño de su familia. Adiós, SEÑOR LUIS, Adiós TIO LUIS, Adiós ABUELO LUIS.