EL VERANO Y LOS CALORES, ASÍ COMO LOS TURISTAS, POCO A POCO VUELVEN A SUS CASAS, NOTICIA RECOPILADA POR FRANCISCO JOSÉ FRANCO, CRONISTA OFICIAL DE CARTAGENA (MURCIA)

Termino este domingo el último artículo que voy a enviar desde nuestra querida costa, empezando con las palabras con las que uno de los cronistas de Cartagena, Francisco José Franco, resumió el último sarao del estío: «El verano de 2018 termina: poco a poco nos abandonan los calores y los madrileños vuelven a sus casas y a sus prisas. Fue un verano como cualquier otro, tópico, sin cambio climático aparente, como aquellos de los 60 cuando vivía la abuela, tórrido y con viento de lebeche, que trajo lo de siempre: baños de asiento en el Mar Menor, largas colas para llegar al destino y disgustos con nuestra selección masculina de fútbol, que jugó como nunca y perdió como casi siempre. En un rincón de nuestra costa, en un punto estratégico que mira hacia ese Mar Menor, de atardeceres coloridos y multiformes, tuve el placer de participar como invitado a un encuentro de despedida de la temporada estival, sin nostalgia y con la ilusión de un curso invernal lleno de promesas, a la que asistí como cronista de la ciudad de Cartagena. En un marco privilegiado, a la orilla del Mar Menor, en un día agradable, arrancó un encuentro gastronómico en el que no faltaron los embutidos ibéricos al corte de José: caña de lomo, salchichón, chorizo , ‘espetec’ con el justo espesor y la inclinación perfecta, salchicha fina de Lorca y longaniza blanca seca ‘de pellizco’ de nuestro campo. Todo ellos acompañados de ‘regañás’de Antequera y colines de Bollullos, y con cervezas de nuevo cuño en el ámbito regional y cartagenero. Fue presentada a los allí presentes, como novedad, La cerveza Belich del Mar Menor por su creador, Javier Eulogio…».

Pipirrana con cebolla tierna

Una vez terminado el aperitivo, le llegó el turno al mago de la cocina, Txomin Andreu, que preparó dos ensaladas frescas, una de tomate flor de baladre, a rodajas, con aceite y olivas, y otra de pipirrana, elaborada con cebolla tierna, tomate en conserva, bacalao asado, olivas de cuquillo, ñoras, sal, tápenas, buen aceite y vinagre de Cartagena. Fueron la entrada perfecta para unas sardinas de Torrevieja, de tamaño mediano y perfectamente trabajadas en plancha por José María, que despedían un aroma que invitaba a acercarse a la bandeja.

Un día junto al Mar Menor, para despedir la temporada estival con la magia del cocinero Txomin Andreu

Para acompañarlas, un cava de La Rioja bien fresco que, bajo el ardiente sol del verano, maridó a la perfección con las sardinas y con el pan de masa madre sobre el que las dejábamos reposar mientras las comíamos y en el que depositaban todo el exceso de grasa, convirtiéndolo así en otro bocado exquisito para tomar después de la sardina.

La jornada estuvo en todo momento animada por el músico Francisco José Franco Vidal, que interpretó al saxo piezas como ‘My way’, ‘María’, ‘Bolero y Candilejas’ mientras los invitados, venidos de diferentes esquinas de la geografía patria, departían en amigable charla durante un par de horas.

Cuando el sol reinaba en el cénit, se dio por finalizada la velada, mientras el presidente de la Comunidad Autónoma, Fernando López Miras, acompañado de una suave música de fondo, como despedida, hacía entrega a todos los presentes de un obsequio del C.F. Cartagena y de su patrocinador, Carpenter Son. Se trata de la nueva marca de Talasur con la que fabrica singularidades en madera que son verdaderas obras de arte.

Pero no nos quedemos la nota nostálgica de la jornada, ya que la actividad en la Trimilenaria no cesa, y de esta despedida salió otro encuentro, en este caso mirando al Mar Mayor, en la idílica Cala Reona y en su Chiringuito El Palmito, de mis buenos amigos Christian Reina y Carmen Pastor.

Con iniciativa, empuje, ideas innovadoras, la experiencia y profesionalidad necesarias y una cocina de máxima calidad, El Palmito articula su negocio en torno al nombre comercial, como homenaje a esa especie autóctona tan interiorizada en el imaginario colectivo de los habitantes de la zona, que se precipita desde las laderas del parque natural del Calblanque hasta la misma orilla de la playa de Cala Reona.

Vocación de continuidad

El Palmito es un proyecto nacido con vocación de continuidad y con la intención de consolidarse como una referencia más de la oferta gastronómica y turística de la Región. Aspira a crear un nuevo concepto de local de temporada basado en comida de máxima calidad, con productos y recetas que ofrecen en exclusiva, y numerosos servicios destinados, no solo a clientes, sino también, a los usuarios de la playa.

El responsable de los fogones es Antonio Gil, que lo borda. Ofrece pescado en estado puro, sin salsas ni artificios, dentro de una carta exclusiva, que incluye una variedad única de hueva de mújol, maruca, merluza, de atún bluefin y yellowfin, bonito seco, mojama, tartar de mújol y el exquisito letón de caballa, además de productos de salazón calidad Premium que, en muchos casos, no se encuentran en ningún otro sitio. Un ejemplo es el letón de mújol a la plancha, que es la hueva macho o blanca del pardete, un producto que tienen exclusiva en el Mar Menor.

Esta hueva no se seca, pero a la plancha, método en el que son pioneros, es un manjar. Como novedad de este año ha incorporado a su oferta un Kamado, horno cerámico de origen japonés, que permite cocinar o sellar a la brasa cualquier carne o pescado, lo que le otorga una textura, un sabor y unos matices absolutamente impresionantes.

Como complemento, organizan conciertos al aire libre, eventos, concursos, muchísimas actividades paralelas articuladas siempre en torno a la maravillosa playa de Cala Reona, uno de los enclaves más bonitos de nuestro litoral y auténtica razón de ser del chiringuito.

Allí pudimos disfrutar del II Ronqueo de Atún a la luz de la luna, con un menú espectacular a base de hueva de atún de almadraba con almendra marcona, sashimi de atún con salsa de cítricos japoneses, tartar de atún picante con furikake, verbena de verduras con pulpo nipón, brocheta de atún con patata y salsa chimichurri, tataki de atún en salsa de mirin escablechado y macedonia de frutas con yukami y ponzu.

Música de The Blue Bananas

Un lujo de fiesta de la que también estaba disfrutando nuestra primera autoridad, Ana Belén Castejón. Y después, la buena música de The Blue Bananas, con la cala iluminada y el mundo del hielo en pleno apogeo. Y a pesar de lo a gusto que allí nos encontrábamos, lo cierto es que ya toca regresar a la Trimilenaria donde, ya saben ustedes, «después del verano, Cartagineses y Romanos». Y termino con esta reflexión que leí recientemente: «Nunca te arrepientas de conocer a diferentes tipos de personas. La gente buena te da felicidad, la gente mala te da lecciones, la gente maravillosa te da recuerdos».

Tomás Martínez Magán

Fuente: https://www.laverdad.es/murcia/cartagena/adios-verano-adios-20180902010909-ntvo.html