POR PEDRO SÁNCHEZ NÚÑEZ, CRONISTA OFICIAL DE DOS HERMANAS (SEVILLA).
REAL ACADEMIA DE BELLAS ARTES DE SANTA ISABEL DE HUNGRÍA
RELACIONES INSTITUCIONALES
La clausura del XLIV Congreso de RAECO tuvo lugar en Sevilla, en el Salón Carlos III de la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría el 28 de octubre de 2018, gentilmente cedido por resolución de la Presidenta de la Institución, doña Isabel de León Borrero, Marquesa de Méritos. Ese fue uno más de los muchos acontecimientos que propició bajo su Presidencia. Estimo oportuno que en el Boletí de RAECO aparezca una referencia de su labor, ahora que en sesión plenaria de la Real Academia celebrada el día 30 de junio doña Isabel ha presentado su cese en la Presidencia de la Institución, en la que continua como Académica Numeraria.
Con palabras cargadas de emoción nuestra Presidenta pasó revista a sus muchos años de dedicación a representar y dirigir la Academia, recordó a los Académicos fallecidos y la pervivencia de su recuerdo, agradeció las ayudas institucionales que hicieron posible la labor de la Academia así como el trabajo generoso e inestimable desarrollado por los miembros de esta Institución y se comprometió a seguir trabajando en los empeños que se le asignaran, desde ahora en su calidad de Académica Numeraria.
Termina así un largo y fructífero periodo en el que, con discreción pero con pleno acierto, doña Isabel de León ha llevado ejemplarmente el timón académico imprimiendo a la Academia una dinámica moderna y ejemplar, más abierta a la sociedad.
Isabel ha sido la primera mujer presidenta de la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría desde que la fundara Murillo en el siglo XVII y a petición propia ha dejado de ser nuestra Presidenta, cargo que compartía con otras muchísimas actividades en el mundo del arte y de la empresa. Ya en su momento anunció que tras más de catorce años al frente de la Academia, cuando pasara la pandemia y volviéramos a la normalidad sería el momento de haber cumplido su mandato y de terminar su ciclo, y ese momento llegó.
Nuestra Presidenta es una enamorada de Sevilla, que para ella es la ciudad más importante y más artística de Occidente junto con Florencia, por su tesoro artístico, sus monumentos y su arte manifestado de forma grandiosa en esculturas, pinturas y en un elenco de artistas que no tiene parangón. Pero al mismo tiempo, su labor por Sevilla ha tenido también un aspecto de crítica, trabajando por que la Ciudad se modernice sin perder su identidad y conforme a su tradición: ella siempre dijo que no podemos quedarnos en la Giralda..
Desde su elección como Presidenta en 2006 su máxima preocupación ha sido poner la Academia en el lugar que se merece la ciudad de Sevilla. Lo primero de todo ha sido poner en valor la Casa de Pinelo, que estaba muy descuidada y hoy día luce esplendorosa y en la que se restableció por su iniciativa la pequeña y valiosa capilla de la sede, que luce magníficamente restaurada y fue inaugurada solemnemente por el Cardenal Amigo Vallejo.
Isabel de León es sobrina bisnieta de doña Regla Manjón y Mergelina, Condesa de Lebrija, primera mujer académica en España, e hija del inolvidable don Eduardo de León y Manjón, cuya Casa de la calle Cuna ha convertido también en un Museo abierto al público al igual que la sede de la Academia, la Casa de los Pinelo. Y de paso, con el valiosísimo apoyo de su esposo don Carlos Oriol, siempre a su lado en su entrega a la Academia y en esa labor gerencial en pro del arte, ha elevado al rango de monumentos los caseríos de El Esparragal en la campiña y El Revuelo en la sierra.
Consciente de que lo que es monumental debe servir para el disfrute de los ciudadanos, siempre con la necesaria y total implicación de la Administración, ha mantenido en su lista de prioridades el empeño de luchar por que la Administración, llámese Junta de Andalucía o Ayuntamiento, otorguen al arte y a la Cultura la atención que le corresponde y ayude al mantenimiento y conservación de los monumentos, entre ellos la Academia, la Institución y el edificio donde se encuentra, que es un edificio histórico artístico de primer orden. Patrimonio artístico unido también al patrimonio humano, que es otra de sus obsesiones.
Deja con la Presidencia una institución transformada, con una sede digna, convertida en un museo más de la ciudad, en el que se exhiben tanto sus fondos artísticos antiguos como las obras cedidas por los Académicos.
En su Presidencia se ha abierto al público la Colección Oriental, una de las más importantes de España, donada a la Academia por la Compañía de Jesús a través del académico don Fernando García Gutiérrez, que fue misionero en Japón. Y se han enriquecido considerablemente los fondos artísticos de la Academia: Se restauró el valioso cuadro de la Inmaculada, que preside el Salón de Actos, obra del Caballero de Arpino por el Instituto Andaluz del Patrimonio.
Se adquirió el gran cuadro de Santa Isabel que adorna el hueco de la escalera principal y se recibieron donaciones de otras importantes obras: cuatro cuadros de Cabral Bejarano por don Mariano Bellver, otros donado por el Sr. Grisebach de Baviera y por la familia García Gutiérrez, el depósito del gran cuadro del Duque de Alba, que su hija Cayetana, como Numeraria, quiso dejar en Sevilla, el del tríptico cerámico del Nacimiento, copia de la obra de José Gestoso, de la Escuela de Gelves, y el del cuadro “Conversación entre dos Seises, del pintor Fernando Liger, depositado por su familia.
Bajo su iniciativa se donó a la Ciudad la extraordinaria estatua de bronce de la Duquesa de Alba, obra del Académico Sebastián Santos, en los Jardines Cristina, y se viene reclamando la devolución a la Ciudad del cuadro de La Resurrección del Señor, de Murillo, que está depositado en la Real Academia de San Fernando.
La Academia ha seguido muy de cerca los expedientes de obras en monumentos destacados, como la restauración y apertura de las atarazanas, las obras de El Salvador y Santa Catalina y el destino de sus desmontados órganos barrocos, las obras de reforma del Museo Arqueológico o de los restos del monasterio de San Agustín, la apertura de la Casa de Murillo, la dignificación de la torre de la Plata y de la muralla almohade y, en fín, la constante preocupación por realzar los monumentos de la ciudad, la iluminación de sus esculturas, el recuerdo en la nomenclatura de sus calles de personas que lo merecieron, la limpieza de lugares olvidados, como la Piedra Llorosa, el cuidado de los parques y jardines, o la lucha por todos los medios contra el vandalismo en la ciudad.
Incansable fue su insistente labor personal durante años, que fue decisiva, hasta conseguir que D. Mariano Bellver donara su Colección de Arte para la ciudad y que el Ayuntamiento aceptara ceder para su exhibición una sede digna, que al final se logró.
Ha sido deseo permanente también de la Presidenta, que nunca quiso ocultar sus sentimientos religiosos, continuar las buenas relaciones con el Arzobispado y procurando que en la institución haya siempre una representación muy cualificada. Como se han organizado cada año exposiciones en la Academia por la Real Orden de los Caballeros de San Clemente y San Fernando, para dar a conocer y ayudar a conventos de la Ciudad bajo el título de “Lugares de Paz y Oración”, aparte de la ayuda directa por parte de académicos restaurando desinteresadamente imágenes valiosas.
Y siendo la Academia una Real Corporación, se ha cursado a la Casa Real el testimonio de nuestra incondicional lealtad a la Corona y a la Constitución que regula nuestro modo de convivencia.
Ha sido preocupación suya también el mantenimiento de la tradicional Exposición de Otoño, que a tantos artistas jóvenes ha dado a conocer y ha promocionado a lo largo de sus 70 años de existencia, gestionando las colaboraciones económicas imprescindibles para su celebración. Y bajo su presidencia ha comenzado asimismo a celebrarse el Concurso y exposición de obras patrocinado por DCOOP, destinado a dar a conocer también a jóvenes artistas en las más diversas facetas, y de cuyo jurado forman parte algunos académicos.
También se han organizado exposiciones monográficas de obras de Académicos, como las de los Sres. García Ruíz, Gavira, Cordero y Sebastián Santos, que donó a la Academia la preciosa terracota que titula “Grupo Familiar”. Antonio Gavira donó, por su parte, dos magníficas “maternidades”. Para este año está prevista la exposición de la obra de Manuel Salinas, referente de la pintura abstracta en Sevilla, que por desgracia tendrá que ser a título póstumo.
Y en el recuerdo quedan académicos fallecidos durante su Presidencia, como Antonio de la Banda, Fernando Marmolejo, Armando del Río, José Antonio García Ruiz, Miguel Ángel Yáñez Polo, Francisco García Gómez, José Manuel de Diego, Julio García Casas, Aurelio Gómez de Terreros, Carmen Jiménez, Cayetana de Alba, Manuel Seco Velasco, Manuel Pellicer, Antonio Gavira, los PP. Ayarra y García Gutiérrez, y el arquitecto Ramón Queiro recientemente fallecido y cuya incondicional disponibilidad tanto echaremos de menos.
No se ha olvidado Isabel de León de las publicaciones periódicas de la Academia, el Boletín de Bellas Artes y la revista de Temas de Estética y Arte, editadas gracias al patrocinio de Cajasol y de la Real Maestranza de Caballería.
Se han organizado numerosas conferencias de temas muy diversos, se ha actualizado el Reglamento de Régimen Interior y la Guía de la Academia. Se está realizando la ordenación de nuestros archivos, tanto el de la Academia como el de la antigua Comisión de Monumentos, con vistas a su digitalización y puesta a disposición de los investigadores. Y, en fin, se ha creado y se mantiene, una activa página web de la Academia. en la que quedan recogidas su historia, su constitución, su funcionamiento y sus actividades, difundiéndose por vía informática los actos académicos de mayor interés.
En su deseo de abrir la institución a la sociedad en sus más variados aspectos se nombró Académica Correspondiente a Dª Cristina Heeren, Directora de la Fundación que lleva su nombre, dedicada a la enseñanza y difusión del flamenco, y se nombró Académico de Honor al famoso torero Curro Romero, considerando la tauromaquia una de las bellas artes. Y se ha revitalizado asimismo la Sección dedicada al mundo de las artes escénicas y audiovisuales.
En definitiva, bajo la Presidencia de Isabel de León se ha logrado tener una sede digna y visitable, enriquecer una colección artística variada y de gran interés, mantener una situación económica austera pero saneada y con un presupuesto estable y equilibrado, unos servicios de secretaría y administración bien atendidos y puestos al día, unas publicaciones periódicas actualizadas, una nómina Académica enriquecida con nombramientos en los que no se ha buscado la notoriedad sino la eficacia de personas que a su indiscutible altura intelectual y artística, uniesen su deseo de trabajar por la Academia como un medio de servir a la ciudad a la que nos debemos. La celebración de actividades culturales, exposiciones, conciertos y festivales de música, ciclos de conferencias y presentación de libros, han sido habituales a lo largo de estos años, con gran afluencia de público.
Se ha buscado y facilitado por otro lado el trabajo y la colaboración con otras organismos y entidades, de manera muy especial con el Ayuntamiento de la ciudad, a través del ICAS, con la Universidad y el Archivo de Indias, con el Arzobispado y Cabildo Catedralicio, y con numerosas instituciones y empresas públicas y privadas que han ayudado a la celebración de múltiples actividades.
Muchos de estos méritos le han sido reconocidos a nuestra Presidenta. Así, el Ayuntamiento de Sevilla en 2013 le otorgó la Medalla de Oro de la Ciudad, y mereció el nombramiento de “Sevillana del Año” en 2010, distinciones que agradece pero, en su natural sencillez, no le gusta exhibir, más que la medalla que acredita su condición de Académica.
Estamos seguros de que Isabel de León deja la Presidencia pero no su dedicación a la Academia, que es parte importante de su vida, en la que ha prestado tan importantes servicios a la Ciudad y a la Cultura, y que seguirá prestando en otro escalón, conociendo su capacidad de trabajo y su cariño por la institución.
Por todo ello, el pleno de la Academia, por aclamación y a propuesta del Académico don Rafael Manzano, adoptó el acuerdo de nombrar a DOÑA ISABEL DE LEÓN BORRERO, MARQUESA DE MÉRITOS, PRESIDENTA DE HONOR DE ESTA REAL ACADEMIA.
El acto de despedida tuvo lugar el pasado miércoles, al finalizar el Pleno correspondiente al mes de junio. Tras las palabras de la Presidenta se leyeron las adhesiones de diversos Académicos que no habían podido estar presentes, y un precioso soneto dedicado a ella por el Académico Correspondiente don Daniel Pineda Novo. Y finalizó con un magnífico recital de guitarra a cargo de la Académica y prestigiosa concertista doña María Esther Guzmán.
Sevilla, 2 de julio de 2021
FUENTE: CRONISTA