POR ANTONIO BOTÍAS SAUS, CRONISTA OFICIAL DE MURCIA
Fue, como lo definen cuantos lo conocieron, un murciano renancentista que igual disfrutaba con el Derecho Romano, del que era catedrático, que componía un soneto o una crítica musical, redactaba un artículo de costumbres o pintaba acuarelas donde, una vez más, era Murcia el motivo de su inspiración. Y su vehículo para expresarlas, en tantas ocasiones, fueron las páginas del diario ‘La Verdad’. Por estas y otras cosas, el Colectivo Cultural Díaz Bautista pide al Ayuntamiento de Murcia que nombre a Antonio Díaz Bautista Hijo Predilecto de la ciudad. Su hijo Adolfo recuerda la interesante figura de quien fue un ilustre ciudadano.
-¿Cuál es la idea que impulsa esta iniciativa?
-La idea es doble. Por un lado, propugnar el reconocimiento a su labor cultural. Pero también que nos sirva a todos como un referente en la defensa de la historia y del patrimonio de Murcia.
-Y no le tocó vivir, precisamente, en una época fácil en eso del patrimonio histórico.
-En absoluto. Murcia era entonces una ciudad pequeña, con poca actividad cultural. Su empeño fue impulsar cuantas actividades revitalizaran ese panorama.
-La propuesta, al parecer, ha tenido buena acogida en la página www.change.org.
-Así es. Hemos recogido ya centenares de firmas. Nuestro deseo es que esta propuesta no adquiera tinte partidista alguno. Porque él no lo era en absoluto. Ya en el año 2013, a los dos días de fallecer, el Ayuntamiento de Murcia decidió concederle una calle.
-¿Cómo valoraría su estrecha relación con el diario ‘La Verdad’?
-Mi padre consideraba a ‘La Verdad’ como el vehículo cultural de Murcia en los últimos cien años, a lo lardo de todo el siglo veinte. Y no andaba equivocado. En sus páginas comenzó primero con el género de crítica literaria, más tarde musical, sin olvidar sus artículos de calado costumbrista.
-Que eran breves y chispeantes, sabrosos, pura Murcia en unas cuantas líneas.
-Realmente lo eran. Publicamos hace un tiempo una recopilación de algunos de sus artículos más celebrados bajo el título de ‘Mirando al trasluz’. Pero todavía queda por reunir la crítica musical y su producción sobre la Semana Santa. Sin contar con su poesía, que permanece prácticamente inédita.
-¿No llegó a publicar nada?
-Con su nombre, no. Utilizó, en muy pocas ocasiones, el pseudónimo de Gaspar Meseguer y atribuía las piezas al supuesto descubrimiento de unos antiguos manuscritos que así iban firmados.
-¿Cuál cree que fue su aportación a la pintura murciana?
-Su pasión fueron las acuarelas. Entre sus temas preferidos figuraban bodegones, con elementos propios de nuestra tierra, paisajes y motivos representativos de la Semana Santa.
-¿Cuál sería su deseo si prospera el nombramiento?
-El único interés reside en que los murcianos mantengamos no solo el recuerdo del personaje, sino también su espíritu, esa forma que tenía de defender y de luchar por nuestras señas de identidad, por nuestra cultura.
Fuente: http://www.laverdad.es/