POR MANUEL LÓPEZ FERNÁNDEZ, CRONISTA OFICIAL DE VILLANUEVA DE LOS INFANTES (JAÉN)
Juan Pedro, nacido en Iznatoraf, creo que es la localidad, que mayor número de músicos y personajes de renombre, ha dado en relación con sus habitantes.
Juan Pedro ha hecho lo difícil, sencillo, lo imposible, posible, logrando que la música penetrase en nuestro interior llenando de paz, armonía, pasión e ilusión. Juan Pedro recibió una partitura como primer regalo al nacer. Ha querido y sabido desde su infancia estar presente en los actos que en Villanueva se han celebrado con pleno dominio de varios instrumentos.
Varios recuerdos, uno ya lejano, el acto homenaje al sacerdote D. Francisco López Navarrete en el patio de la iglesia de la Vera-Cruz, con varias obras al piano; otro reciente en la presentación del cartel y libro de Semana Santa en la Iglesia de San Andrés, interpretando diferentes obras de Teleman o Bach; otros en distintos conciertos en el Antiguo Casino, en dúos, tercetos, cuartetos… o bien con su participación en la Agrupación Musical Villanovense, desde que era un niño.
Con su labor como director, sé que los nombres de, D. Francisco Rubio, D. Marino Díaz, D. Octavio Montserrat, D. Onofre Prohens, D. Pedro González, D. Juan Ramón Segarra, y Dª Eva Berbel, le acompañarán de manera gratificante en este periodo que deseamos alcance largos años, y variadas composiciones para enriquecer el patrimonio musical de la localidad.
“Mi incorporación como director de la Agrupación Musical Villanovense tuvo lugar en la primavera de 2017. Ese año fue mi último por tierras holandesas, por donde anduve durante cuatro años, estudiando un máster de especialización en el saxofón y estudios de dirección de orquesta. Además fui director del CvA-SAX (Ensemble de saxofones del Conservatorio de Ámsterdam). Por tanto, a mi vuelta de Holanda pude poner en práctica todo lo aprendido y toda mi práctica tanto en la AMV como en la Asociación Musical “Santísimo. Cristo de la Vera-Cruz” de mi Iznatoraf natal.
El verano de 2017 fue un verano continuista y de adaptación, tanto mío como de mis músicos. Pero a partir de ahí, mi principal objetivo fue volver a otorgar a la banda la mayor calidad posible, en cuanto a sonoridad, afinación, calidad técnica en definitiva. Mis mejores recuerdos de la banda se remontan a mi año de incorporación a la misma (2006): durante aquellos años actuamos en Yecla (Murcia), Macael (Almería), Burjassot (Valencia), entre otros. Durante estos años se abordaban repertorios muy ambiciosos.
Por consiguiente, y dado que en el verano de 2018 volvíamos a actuar en Valencia (esta vez en Albuixech), puse como objetivo el volver a afrontar piezas musicales de gran envergadura y dificultad. Dicho concierto se planteó como un “viaje musical alrededor del mundo”. Este viaje comenzaba en nuestra localidad, y lo hacía de la mano del grandísimo músico local José González Granero y su pasodoble “Sangre Española”. Después nos dirigíamos al continente asiático con la difícil y virtuosa “Arabesque”, de Samuel Hazo para posteriormente discurrir la exótica Japón de manos de la composición “Ikaruga”, la cual tuvimos el honor de estrenar en España, ninguna otra banda la había interpretado anteriormente en este país; como conclusión a esta vuelta al mundo terminamos con “The Blues Factory” de Jacob de Haan, obra inspirada en los míticos clubs de jazz de Nueva Orleans (EEUU). Este fue un programa que supuso un reto y un punto de inflexión para la banda; simplemente el hecho de afrontar una gran dificultad, hace subir el nivel inmediatamente, además de la motivación que produce la superación de dicho reto. El proceso es duro, pero la recompensa grande.
(Este tipo de concierto temático se ha repetido en otras ocasiones aunque en otros formatos).
Además de lo musical, en los viajes toma vital importancia lo personal. Permite conocer en más profundidad al músico que tenemos al lado, conocer gente nueva, aprender del buen hacer de otras bandas, coger inspiración, ideas… al fin y al cabo supone una experiencia vital inmensa, compartiendo música y vivencias.
Este es el sello que yo quiero estampar en mis músicos: inspiración y hacer música, que no ejecutar. Ejecutar no es más que tocar, hacer música es algo más. Cuando trabajo bien con mis alumnos, bien con mis bandas, siempre obligo a lo mismo, hacer música: eso implica ser extremadamente fiel a la partitura y a lo que el compositor quiere decir a través de sus notas, e interpretar esas notas para hacer llegar al oyente y al público esas emociones contenidas en la partitura, siempre poniendo algo de nuestra cosecha, de nuestro estilo y de nuestra forma de ser y hacer las cosas.
Sin duda, otro momento importante para nuestra banda es la Semana Santa. En mi opinión nuestra banda se va convirtiendo poco a poco en un referente provincial en la música cofrade. En los últimos años hemos engrandecido nuestro repertorio de una manera importante, sobre todo después de pasar la banda bajo la batuta de mi amigo y compañero Juan R. Segarra, gran amante también de la música cofrade. Se han incorporado al repertorio desde marchas clásicas y célebres hasta marchas actuales compuestas en la actualidad.
La preparación para la Semana Santa se inicia muchos meses atrás ya que hay que poner al día un número importante de piezas además de preparar nuevas incorporaciones. Muchos ensayos tanto en el local como fuera de él, para ensayar también el aspecto de la formación y el “andar” en la calle detrás de los tronos. Este año 2020 por los motivos sanitarios que todo el mundo conocemos, no ha sido posible hacer visible todo ese trabajo en las calles de nuestros pueblos y de otras provincias, pero seguro quedará grabado en nuestros corazones. Cabe destacar que en este tiempo hemos construido una bonita relación de simbiosis con la Cofradía de Jesús Preso y Ntra. Sra. Del Rosario de Torredonjimeno, además de acompañar a algunas de nuestras queridas cofradías locales (Expiración y Amargura y Resucitado y Rosario).
Dos conciertos ya tradicionales que siempre están llenos de colorido y de fiesta son el de nuestra patrona Santa Cecilia y el de Navidad, donde siempre intentamos preparar conciertos muy amenos y con los tipos más diversos de música posible (desde los clásicos de la música clásica hasta lo más moderno, pasando por estilos como el jazz o el pop y el rock).
Me gustaría también destacar una iniciativa que decidí recuperar el pasado verano y que tuvo una muy buena acogida. Después de muchos años sin que hubiera música en el templete o kiosko de la música de la Plaza Mayor, este verano volvió a estar lleno de músicos y de buena música (¡tan lleno que parte del instrumental de percusión tuvo que quedar debajo del templete porque no cabía debido a la gran cantidad de músicos que componen hoy día la banda!). Este elemento tan significativo del “paseo” no debe quedar inactivo y debe cumplir su función. Fue un concierto entrañable. Las personas mayores se me acercaban emocionadas a expresar cuán emocionadas estaban por la recuperación de esta tradición. Fue un concierto de verano muy bonito, con pasodobles, zarzuelas y canciones del pop español tan conocidas por todos los villanovenses y amantes de la música.
Y por último me gustaría destacar tres conciertos que para mí son también de lo más entrañable:
1. Concierto didáctico. Gracias a nuestra presidenta María José Guijarro y su imaginación sin límites cada año la banda se reinventa en una nueva temática: lo mismo puede representar un emoticono de Whatsapp que un cuento o que una emoción. Sin duda los pequeños que vienen a vernos al teatro se lo pasan muy bien y se van con una idea de lo que es la banda y de lo que es capaz: un instrumento valiosísimo cultural y pedagógico.
2. Concierto en el Asilo. Cada año en las vísperas de las fiestas patronales y el día de Reyes, acudimos a la residencia de mayores para pasar un rato agradable y entrañable con los mayores de nuestro pueblo, y así darles un poco de alegría en esos días tan señalados.
3. Feria. Derroche de alegría junto a los cabezudos, en las corridas de toros y como no, acompañando a nuestra patrona la Virgen de la Fuensanta.
Y no podía olvidar a la banda juvenil. Este es el tesoro más valioso de la asociación. De aquí van a surgir los futuros componentes de la AMV. La formación dentro de la banda de educandos es primordial e importantísima si se quiere tener una cantera de calidad y una banda “grande” de calidad. De la escuela de música y de la banda juvenil depende el futuro musical de nuestra banda y del pueblo de Villanueva. Siempre sin olvidar a los “mayores” como conocemos con cariño: gente que lleva en la banda de música más de treinta años, y que gracias a su tenacidad, implicación y experiencia, son un gran espejo para los más pequeños que conforman nuestras filas.
Futuros proyectos: seguir con la adquisición de un gran nivel técnico e interpretativo que me propuse cuando entré como director en la agrupación. Creación de nuevos espectáculos que están aún en el cocedero tomando forma y que seguro no dejarán indiferente a nadie, tratando de interrelacionar la música de banda con otras disciplinas musicales o extramusicales. Conocimiento de nuevas músicas de todos los estilos, ampliación del repertorio de concierto y de Semana Santa y como no, estar a lo que el público demande, que al fin y al cabo son lo más importante y por lo que la banda trabaja. Esto es una cosa que siempre apunto en mis conciertos: sin el público ningún concierto, ningún acto tendría sentido. Lo que hacemos lo hacemos por y para ellos”.
Mi agradecimiento a Juanpe Luna por su charla y fotos