POR JOAQUÍN CARRILLO ESPINOSA, CRONISTA OFICIAL DE ULEA (MURCIA)

La dificultad en el drenaje de las aguas y su estancamiento en charcas, zanjas, balsas, así con en arroyos y brazales con poco flujo de aguas, desde antiguo ocasionaba severas epidemias en todos los pueblos ribereños del Segura.

Los periódicos murcianos ‘El Segura’ y ‘La Paz de Murcia’; así como el semanario satírico ‘El Sacamuelas’, en la segunda mitad del siglo XIX -concretamente entre los años 1858 ak 1896- revelaban las recurrencias de epidemias de calenturas que en aquella época, las enfermedades aún no tenían nombre y apellidos. Dichos brotes epidémicos, ocasionaban en muchas familias, orfandad y miseria ya que en nuestro pueblo fallecieron 226 personas por dicho motivo.

En la época descrita, los alcaldes Joaquín Miñano Pay (1), Felipe Carrillo Garrido y Francisco Tomás Rodríguez, con la inestimable colaboración del personal sanitario, hicieron ímprobos esfuerzos con el fin de evitar los estancamientos de las aguas; en donde pululaban multitud de mosquitos, cuyas picaduras ocasionaban serios peligros para la salud.

Joaquín Miñano Pay que con la inestimable ayuda de su tío, el fraile dominico Jesualdo María Miñano López, tuvo que hacer frente a la desoladora epidemia de cólera en el año 1854, que atacó de forma inmisericorde a los ciudadanos dejando a la población muy diezmada y desolada.

Pues bien, como he reseñado, el regidor, empalmó una epidemia con otra, sirviendo al pueblo en la ingente labor de luchar con los medios a su alcance, que no eran muchos, con grave riesgo de su vida.

Entre las medidas más perentorias estaba la de evitar que el estancamiento de aguas muertas que resultaba ser el origen de esos focos de infección. Además de intentar mejorar la salud pública tuvo que luchar contra la falta de recursos económicos, con el fin de remediar la malnutrición de sus ciudadanos y mejorar los recursos preventivos y terapéuticos.

Sí, le tocó llevar las riendas de un pueblo totalmente asediado por las contrariedades desde el año 1849 hasta el 1887 en que fue relevado en la alcaldía por D. Felipe Carrillo Garrido.

(1) Joaquín Miñano Pay, fue el segundo mandatario de Ulea en estar al frente de la alcaldía de forma ininterrumpida en la Historia de nuestro pueblo; tras D. Sebastián de Rueda, llamado señor de Ulea, que sobrepasó los 40 años como Regidor.