AJUAR DE LOS DIAS FINALES DE MARZO QUE BUSCAN DÍAS DE PASIÓN Y GLORIA.
POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ)
Aquí está la liturgia gozosa de este bautismo que traspasa dándole color azul al viento. Así sabe y está el azahar, flor del naranjo, bendito prodigio que se abre ensanchándolo todo para que penetre el rito en el diálogo de la luz, el aroma y la belleza.
Aquí está el ajuar sereno de los días finales de marzo que buscan al eterno abril, cincelando estos vestidos blancos para que su perfume transite dando cobijo y emoción al libro de los afanes, los trabajos y los sueños. Azahar e incienso, perfecta combinación en el santuario de la locura del tictac de los días de tristeza, pasión y gloria que resucitan y llegan, limpiándonos en la intimidad los ojos y el alma.