POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Pues al no saber cómo empezar este comentario, recurriré (es lo socorrido en estos casos) a mis recuerdos de niñez.
Cuando yo era «nenu» e íbamos a la playa o al pedreru de San Juan de Duz (Colunga), y si en aquellos días había marea, veíamos cómo la mar «sacaba a tierra» montones de ocle (en algunos sitios dicen ocla) que muchas gentes utilizaban para abonar («cuchar) las tierras.
Los nenos no extremábamos las distintas variedades de ocle, a no ser por el color, y decíamos que lo había marrón más o menos oscuro, verde, azul verdoso y rojo tirando a morado.
Después, pasado el tiempo, vimos como el ocle se recogía y vendía para, ya transformado, obtener de él algunos productos de interés cosmético, alimentario, conservante… ¡Qué cosas!
Y sigue el tiempo en su andadura y uno se entera que el ocle es un conjunto de ALGAS MARINAS -es decir, plantas- de alto interés industrial; algunas de ellas con especial incidencia en la alimentación humana.
Mi primer contacto con la «literatura alimentaria de las algas» fue un libro editado en 1993 por la Xunta de Galicia, titulado LAS ALGAS EN GALICIA, cuya autoría corresponde a los biólogos Isabel Ferreiro, Rosina Acuña y Carlos Durán.
Libro muy interesante y didáctico. Después, en 2007, en edición del Gobierno del Principado, con autoría de la bióloga Eva Mª Llera y el químico Jesús Álvarez, se publicó el libro ALGAS MARINAS DE ASTURIAS, de suma importancia para el conocimiento de estas plantas marinas.
En 2003, con un estudio preliminar de Rafael Rodríguez, el Ayuntamiento de Cudillero patrocinó la edición del libro EL ALGA PALMARIA EN LA GASTRONOMÍA. EL ALGA DE CUDILLERO.
Bueno, pues ahora viene lo nuestro.
Una empresa asturiana, ALGAS DE ASTURIAS, S.L., eligió la costa llastrina como experiencia e inversión para cultivo del alga Laminaria saccharina L., también denominada Saccharina latissima L.; muy análoga a la japonesa «kombú» o Laminaria japonica L. y también Saccharina japonica L.
Lo de «saccharina» se debe a que el mucílago de esta alga contiene, entre otras sustancias, manitol,fructosa y ácido glutámico, de sabores dulces muy característicos. Lo de «laminaria» se debe a su forma alargada (puede medir hasta 2 m) y plana (unos 20 cm de ancho) con bordes ondulados.
Su color es entre verdoso oscuro y pardo amarillo.
Les cuento una historia curiosa.
El kombú, muy cultivado en la zona japonesa de Okinawa, fue muy estudiado en 1908 por el profesor Kibune Ikeda quien descubrió que el ácido glutámico (además de facilitar la cocción de legumbres y cereales) y su sal sódica (el glutamato monosódico) tienen un sabor muy especial, que él llamó «UMAMI» y potencia el sabor de muchos alimentos.
Tenemos, pues, CINCO sabores BÁSICOS que aprecia el sentido del gusto: dulce, amargo, salado, agrio y umami.
Pues nada.
Ahora a preparar para estos días un «pote del Desarme» con Laminaria saccharina.
Es decir, un guiso de garbanzos, bacalao, espinacas y laminaria.
Con unos 70 g de alga es suficiente para dar gusto .
¡Ah!
Y nada de nombres científicos ni extranjeros.
¡ALGUES DE LLASTRES, MANÍN!