POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE FIDALGO (ASTURIAS)
Como es costumbre, empezaremos con algún cuentín o historieta que, en este caso, va a resultar un «pelín picantona».
Dicen los historiadores que el castaño se supone oriundo de Asia Menor y que de aquí, hacia el siglo V a. d. C., fue llevado a Grecia, Italia, Francia y España. Parece ser que fue en la ciudad griega de Kastana -en el Ponto – donde se cultivó exitosamente en calidad y cantidad, lo que motivó el que se le diera el nombre de: «kastanaikon karyon».
Pasan los años y nos encontramos con , que el bueno de San Isidoro de Sevilla, el autor de las «Etimologías», le encuentra una definición un tanto «verduscona» a la palabra castaña, a la que asocia con los genitales masculinos.
Dice así, refiriéndose a su fruto que es «doble» (véase foto): «in modum testiculorum intra folliculum reconditi sunt» (a modo de los testículos que están encerrados en una cápsula)… y por eso, cuando lo suelta, es como si lo castrasen.
AMAGÜESTOS, AMAGOSTOS, MAGOSTOS Y FORNAOS fueron costumbre tradicional entre la juventud campesina asturiana.
Los amagüestos se hacían en el campo, al atardecer, asando las castañas sobre las brasas de un fuego o bien con la ayuda de un farol o un tambor (recipiente giratorio con agujeros).
La juventud cantaba y bailaba al son de gaita, acordeón y tambor y, en múltiples ocasiones, como contaba Marcos del Torniello: «Les moces fachendoses y reblincones / plizcaben a los mozos pe los calzones; / y ellos al veles tan gayasperes / paez que los furaben con alfileres».
Los FORNAOS eran los amagüestos hechos en casa, colaborando «a escote» (y a veces, «a descote»), aunque, eso sí, siempre después de rezar el rosario; quizá por cumplir la penitencia antes de cometer el pecado.
Así se entienden los lamentos de madre e hija después de estos sucesos: ¡Madre mía; toy encinta! / ¡Fiya mía, corazón! / Les castañes que comisti / ¿de qué castañeru son?
Castañes amagostaes, sidra dulce, bailes de atardecer, cortejos en la cocina y amores y amoríos en el silencio de la noche.
Historias de viejos tiempos.