POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
Amel, que significa “esperanza”, es el nombre de una bebé que, cuando era un feto, fue herida por un trozo de metralla y operada antes de nacer, de tal manera que llegó al mundo con una cicatriz en la frente; Amel recordará para siempre que la guerra de Siria no fue un sueño. Hace una semana, un ataque aéreo, acaso de las fuerzas de Asad, dañó varias residencias en Alepo, entre ellas la casa donde vivía Amira, la madre de Amel; Amira, embarazada de nueve meses, fue trasladada al hospital con heridas de metralla que le atravesaron el vientre y el útero; después de la intervención y el parto inducido, el médico declaró: “No sabemos si Amel salvó a su madre de esta metralla o si la madre salvó a Amel, pero este régimen trató de matarlas a las dos”. ¡Qué curioso!, hoy celebramos el Día Internacional para la Eliminación de las Armas Nucleares y el Día Internacional de la Sordera.
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