POR JOAQUÍN CARRILLO ESPINOSA, CRONISTA OFICIAL DE ULEA (MURCIA)
Los problemas de los ciudadanos de pueblos pequeños, se suelen solucionar dialogando «por las buenas».
Tal es el caso de la petición de un vecino del pueblo llamado Félix López Pagán que, tras serle expropiada su casa y corral por el ayuntamiento, en la calle Ramón y Cajal y, como consecuencia, tenerse que construir otra vivienda en la calle Carretera del Molino, suplicaba a la Corporación Municipal, que ampliase la indemnización convenida en 500 pesetas.
Una indemnización que anteriormente , en su día se valoró en solo 1610, pesetas con lo que el total se elevaría a 2110 pesetas por derribar su casa y su corral, por necesidades del municipio.
La Comisión municipal, en sesión plenaria del un 28 de agosto del año 1949, acuerda por unanimidad dicha ampliación económica y que se abone con cargo a su capítulo 11º y artículo 2º.
La Corporación Municipal obró con grandes muestras de generosidad y se solucionaron los problemas sin acritud. «Hablando se entiende la gente». ¡¡Así somos los uleanos!!