POR ANTONIO BOTÍAS SAUS, CRONISTA OFICIAL DE MURCIA
Soñadora y activa, enamorada de la huerta donde nació y de algunos rincones de la urbe, como la transitada calle Trapería, la fotógrafa Ana Bernal ha entrado en la historia del patrimonio etnográfico murciano. Y lo hace portando en una mano su inseparable cámara y en la otra el primer cartel que anuncia la fiesta de los Mayos murcianos. Ana, claro, se siente estos días orgullosa por partida doble. Primero, por el trabajo bien hecho. Y segundo, porque en ese cartel ha inmortalizado el farol y el estandarte de la Hermandad de las Ánimas de Patiño, de la que es hermana de honor. Después de recorrer toda la Región en busca de imágenes bellas, está convencida de que ni los propios murcianos conocen su tierra en toda su extensión. Y advierte de que, si no se cuida la huerta, los que vengan tampoco podrán disfrutar de ella.
-¿Qué siente al convertirse en autora de un cartel para los Mayos?
-La verdad es que fue una sorpresa muy grata cuando me llamaron diciéndome que querían que una de mis fotografías fuese el cartel, el primero en la historia de los Mayos. Me sentí muy afortunada.
-¿En qué se inspiró para esta obra premiada?
-La inspiración es seguir con detalle todo este espléndido acto. La fotografía que elegí presenta un altar, el de San Nicolás, y aúna elementos representativos de esta tradición tan hermosa. Entre ellos, por supuesto, la cruz hecha con flores, la Virgen María, un farol y un estandarte que, en este caso, pertenece a mi hermandad de la Virgen del Carmen de Benditas Ánimas de Patiño, a la cual pertenezco orgullosa como hermana de honor. ¿Puede haber mayor satisfacción?
-¿Qué otras iniciativas ha desarrollado en los últimos tiempos?
-Me dedico a la fotografía social desde hace más de 20 años y, últimamente, la comparto dedicándome a recorrer la Región para documentar todo lo referente a la etnografía, actos culturales, tradiciones, etc.
-¿Tiene algún proyecto entre manos o ante el objetivo?
– (Risas). ¡Claro! ¡Y no solo uno, sino varios! Pronto daré a conocer alguno de ellos. La verdad es que soy muy activa y no me conformo con una sola cosa. Me encanta la diversidad, hacer varias cosas a la vez, no sé estar quieta.
-¿Cree que Murcia es un lugar espléndido para fotografiarlo?
-Sin dudarlo ni un instante. Murcia y toda nuestra región es preciosa, la mires por donde la mires, aunque es bastante desconocida por la inmensa mayoría de los propios murcianos. Hay rincones verdaderamente espectaculares. Recorro toda nuestra geografía en busca de esos lugares. Piense, por ejemplo, que tenemos la suerte de tener huerta, campo, monte, playas… ¡Si es que lo tenemos todo!
-¿Cuál sería la foto de sus sueños?
-Siempre está por llegar. Soy muy soñadora, pero al mismo tiempo con los pies en el suelo.
-¿Con qué rincón se quedaría de la ciudad para inmortalizar? ¿Y de la huerta?
-La calle Trapería, por su trasiego de gente que va de aquí para allá, su latente vida, para un lado Santo Domingo, hacia el otro la bonita plaza de la Cruz… Y de la huerta, ¡ay de la huerta!, ahí está mi corazón siempre. Es donde me he criado, es mi punto débil… lo que sí quisiera es que restaurasen todo el patrimonio: molinos, casas torre, etc. Y que no siguieran entubando las acequias. Por favor, respetemos y cuidemos nuestro entorno, nuestro paisaje. Son nuestras raíces y sin ellas no somos nadie. Quiero hacer fotos de una huerta, un vergel, un paraíso, y lo podemos volver a tener.
Fuente: http://www.laverdad.es/