POR FRANCISCO PINILLA CASTRO, CRONISTA DE VILLA DEL RÍO (CÓRDOBA)
El miércoles 7 de diciembre de 2016 al ir a comprar la prensa en el kiosco, leo en las portadas de todos los periódicos extendidos en el escaparate, el mismo titular: La encuesta de la cultura pone a la andaluza en la cola de las comunidades españolas, [Andalucía estará por debajo de la media española e internacional según el informe de PISA 2015].
Me fue duro de digerir y me produjo: mal humor y sentirme mal. Y me pregunté una y otra vez: ¿cómo es posible, que habiendo dado Andalucía al mundo, tres emperadores romanos, Trajano, Adriano y Theodosio, y recibida de los conquistadores Abderramanes, una cultura musulmana que alumbrara al mundo hace quinientos años, haya caído a la ínfima altura?
Esta noticia, es alarmante para toda la sociedad andaluza, hoy día con los medios informáticos de que disponemos, las noticias se conocen al momento en el mundo entero, y si se recibe “un sambenito” así, raramente se recupera el prestigio. Habría que trabajar mucho y rápido para recobrar el crédito perdido; y ahora se me presenta la duda: ¿están nuestros políticos, profesores, escolares, padres y sociedad en general, dispuestos a esa recuperación? que precisa de tiempo, esfuerzo escolar y reducción de su holgura y tiempo libre?
La responsabilidad nos alcanza a todos, jóvenes y mayores, universidades y escuelas primarias, industriales y asalariados, hombres y mujeres de las ciudades y de los pueblos. Por favor, colaboremos todos, pongámonos pronto a restablecer la credibilidad de nuestro renombre y pensemos que ese resultado es un mal sueño de una encuesta hecha sin suerte a un grupo de flojos estudiantes marcados por un mal día, y evitemos que caiga en una generación la mancha del desprestigio mundial sobre la sabiduría andaluza, que tantos y tantos éxitos tiene conquistados en el saber.
Vivo en Córdoba, y desgraciadamente tengo comprobado, que muchos jóvenes escolares, con permiso de sus profesores, salen de las aulas en busca de información cultural y algunos se acercan a los quioscos de las Tendillas a preguntar ¿quién es el jinete que hay montado en el caballo? Por supuesto, se están refiriendo a la estatua del Gran Capitán que ocupa el centro de la Plaza, y que para más INRI de estos estudiantes, en la peana de mármol que tiene la estatua a sus pies, está marcado un reducido historial. ¡Por favor acercarse al monumento y leerlo por lo menos, investigar antes de preguntar! Os aseguro que los conocimientos, se arraigan mejor y más claros, leyéndolos. ¡sólo los alumnos que actúan indiferentes, son los catalogados en el grupo del mínimo esfuerzo y los que desacreditan al resto!
Algunas frases de la prensa:
“Castilla y León, es la primera región de España y se encuentra entre las siete mejores del mundo. Navarra sale la primera en matemáticas y la tercera en lectura y ciencias; y Madrid es la segunda de España y la quinta de toda Europa en su nivel de lectura”.
Una de las claves para entender los buenos resultados se encuentra en la abundancia de colegios concertados que suponen el 36% del total de centros.
Estonia, es el país báltico mejor en ciencias entre los europeos, el segundo en matemáticas y el tercero en comprensión de texto, según el informe Pisa. Se fomenta la escuela a través de los medios de comunicación.
Portugal, la reserva externa de los estudiantes que completan el cuarto curso, ha conseguido mantenerlos despiertos antes de dar el salto al segundo ciclo. El ministro de educación Nuno Crato, se ganó la enemistad de los Sindicatos y del bloqueo de izquierda, por incrementar las horas lectivas y elevar el grado de exigencia de alumnos y profesores.
Singapur, Japón y Corea del Sur, a la cabeza en matemáticas, ciencias y lectura, con un modelo de educación muy centralizado y donde los profesores cuentan con un enorme prestigio dentro de la sociedad.
Nuestros niños estudiantes que suspenden en matemáticas, en ciencias o en comprensión lectora, no han sido sometidos a crueles métodos de enseñanza que les impidan divertirse, pero en lugar de hincar codos y dedicarse al trabajo escolar con rigor y seriedad, como afirman en Castilla y León, aquí en Andalucía se entregan a disfrutar del buen rollito, que pregonan desde la Consejería de Educación, y han conquistado la felicidad.
En la revista de feria de Villa del Río, del pasado año 2015, publiqué un artículo con el título “En defensa de la cultura popular … “ pues presentía una cierta motivación por parte de la sociedad en general para conocer la historia de sus pueblos, y alentaba a los villarrenses para que el alumnado conociera lo auténtico del lugar de su nacimiento, y que estuvieran preparados a posibles encuestas culturales, éstas no se han hecho esperar, y el resultado de las mismas no lo esperaba tan grave, francamente, y es lo que me ha sumido en el desencanto.
No se puede consentir que la generación presente de estudiantes, tiren por la alcantarilla la cultura que tanto les ha costado conseguir a sus abuelos. A mitad del siglo XX más de un 80% de la población villarrense era analfabeta, y sufrieron una alarmante crisis económica que hizo emigrantes a gran parte de la población, y en sus vidas y en sus carnes sufrieron el azote de esta ignorancia. Los más, a su regreso se engancharon a una cartilla escolar y a un profesor nocturno, y aprendieron a leer y escribir.
La mejoría económica circunstancial que llegó después, para la sociedad en general, hizo que sus hijos no sufrieran la necesidad en el hogar y el bochorno de verse superados culturalmente, y accedieron a puestos de trabajo en mejores condiciones que ellos, pero, que han hecho éstos, pienso que se han relajado y no han transmitido a la generación actual, la lección recibida del esfuerzo, la constancia y la responsabilidad del aprendizaje, y ésta piensa que las brevas caen del cielo y no de la higuera cuidada y atendida, y así han patinado en los deberes escolares y en las encuestas.
No se concibe que habiendo sólo un 1% de analfabetos, nos haya caído esta mancha en Andalucía. Andalucía, que fue en el pasado faro y crisol de civilizaciones, con iconos referentes y sabios que imitar de distintas razas y ciencias, que ha recibido un enorme potencial de atractivos para el turismo, con la arquitectura de sus castillos, catedrales, arcos triunfales, etc., museos de ilustres pintores; universidades de ciencias, historia, literatura, y un largo etcétera de prestigiosos nombres (Lucio Anneo Séneca, Maimónides, Antonio del Castillo, Julio Romero de Torres, Juan de Mesa, Alfonso Gómez de Sandoval, Luis de Góngora y Argote, etc.) que transmiten cultura a pie de calle, dentro y fuera de nuestras fronteras.
Si nos lo proponemos y nos esforzamos, aceptando primero, adquirir conocimientos y después, aprendiendo el arte, la magia, la educación y las lenguas extranjeras, estaremos en disposición de reconquistar el honor de “sabiduría” que hemos perdido en esta encuesta.
Las generaciones que nos precedieron dejándonos una cultura, ciencia y vía de progreso tan generosa, gozan de nuestra admiración y alabanza, ¿qué pensarán de la nuestra, nuestros descendientes, cuando estudien en los libros de la historia, el lugar en que la hemos puesto? Pienso que por lo menos, merece una recapacitación.
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Y si yo tuviera influencia, pensaría también en fomentar el aprendizaje de lenguas extranjeras en mi pueblo, aumentando el número de escuelas y colegios bilingües hasta conseguir que todos los niños villarrenses tuvieran la oportunidad de aprender además de nuestro idioma, alguno extranjero: el inglés, el francés o el alemán. Seguro que estos niños no olvidarían jamás esta preocupación de los gobernantes por su futuro.
También, facilitaría viajes, buscando contactos con pueblos y ciudades de la Mancomunidad hermanándolas aquí y allá, e intercambiando visitas de jóvenes con sus localidades; acudiendo a conferencias culturales, a comidas en excursiones campestres, a prácticas deportivas, etc., hasta conseguir de la juventud por estos medios, ciudadanos más abiertos y conocedores de la sociedad provincial lo primero, al mismo tiempo que prepararlos para la convivencia mundial globalizada que les aguarda.