POR ÓSCAR GONZÁLEZ AZUELA, CRONISTA OFICIAL DE LAGOS DE MORENO (MÉXICO).
DE: PIPORRO
PARA: ADÁN AUGUSTO
¡Chulas fronteras del Norte, no las deviso desde hace un año! y me adelanto unos días a los muertitos debido a que mi vecino don Pomposo me viene con el cuento de que traes pleito de a gratis con nosotros, ¿pos qué traes criatura?
Ah qué don Adán, mira que meterte así a la mala, sin provocación alguna; ques’que nosotros decimos que los paisanos del sur no saben trabajar, pero que son mucho más inteligentes y eso sí, que hacen las cosas con menor esfuerzo; y aunque nunca lo dijimos te preciso, ¡sí que son hu@vones! Y para mejor ejemplo tu tocayo Adán, quien por no poner en orden a la señora mira en los líos que nos metió, por algo en Tabasco se encuentra Paraíso, seguro que hasta aplauden.
Si no me crees acerca de esa fama que se conoce en todo México, te pido entrar al mercado del Puerto de Veracruz a comprar una camisetita, a ver si encuentras una que diga lo contrario, es la voz del pueblo, ¿o no raza?
Mira Adán, te voy a dar un consejo: nunca pelelles y menos en la calle y en público, porque es muy fello, sobre todo cuando pierdes, puedes acabar como el caballo blanco, con todo el hocico sangrando sin ninguna necesidad, ¡ah que gente afrentosa!
No le búigas, te mandaron a placearte porque nadie te conoce, y “ojo que no ve, corazón que no siente”, decía El Ojo de Vidrio, pero como ustedes no pasan de Chico Ché, no entienden; o como ya lo decía El Pata Rajada:
“Yo no puedo comprar una casa / con tan solo mirar la fachada”.
O bien: “Yo no compro no’más costalera / sin saber lo que traen los costales”.
Haz un esfuerzo y trata de entender esa llana filosofía sin hacer gestos.
Tus méritos deben estar orientados al buen gobierno, gasta solamente cuando sea necesario, ya sabes que with the money dancing the dog, o sea que con dinero baila el perro criatura, y en el norte no es que seamos codos, tú cuida la morralla güerco, apretéyala, apretéyela hasta que sude el aguilita, no vaya a ser que se te aparezca una guacamaya.
Ahora que si no resultas ser la corcholata preferida no te preocupes, puedes producir la segunda parte de mi película: “La nave de los monstruos”, con eso te haces rico criatura; mira que con esa mirada tan pesada te hemos visto convertir a diputados y senadores en dóciles zombies implorándote: “sésgate, sésgate, que me ciscas el voto”, ¡ah, qué sopor y qué bochorno!
Volviendo a mi reclamo, espero dejes de ofender a los norteños, ¿qué pasa con esa compostura pues’n?, ya lo de evitar el vernos fello sería una exageración en tu caso y al son de la redova, solamente aclaro haber hecho defensa de mi raza, la que no mata moscas a cañonazos, porque como decía yo en vida:
Si es la ofensa que me hacéis
por lo mismo que pensáis;
contigo ya llevo seis
que me dicen: ¿pos qué tráis…?
Oye, creo que esa estrofa se la deberías recitar a la señora Beatriz para ganar su favor electoral; conociéndola de seguro se apantalla, hasta va a aplaudir con gestitos como sólo ella sabe hacerlo. Dile que es de tu autoría, le va a encantar, ya luego me invitas una soda cuando llegues por acá.
Y no sean bárbaros criaturas, si todavía me recuerdan échenle aplausos a mi carta, que esos me los llevo en el sombrero, porque como dijo el vate Jaime López:
“Acá en el norte, por mi raza hablará el Piporro”, ¡ajúa!