POR RICARDO GUERRA SANCHO, CRONISTA OFICIAL DE ARÉVALO (ÁVILA).
Hoy es el aniversario de la muerte de Isabel en Medina del Campo, donde se instaló la capilla fúnebre. Después partió el cortejo en dirección a Granada, ciudad en la que decidió ser enterrada.
Al día siguiente llegó a su Villa de Arévalo, donde fue recibida por las autoridades y su pueblo llano, el que tanto la quiso. Texto del libro «Ysabel la Católica y Arévalo»:
Su último adiós a “su villa de Arévalo” se produjo con el paso del féretro que contenía sus restos mortales para cumplir su deseo de ser enterrada en Granada. Fue la primera etapa de ese largo cortejo fúnebre marcado por el duro invierno castellano:
“…impresionante cortejo fúnebre que, de acuerdo con el deseo de la Reina, cruzó media España para llevar su cuerpo desde Medina del Campo hasta Granada; un cortejo en el que iban doce capellanes y doce cantores, amén de los mozos auxiliares para todas las faenas, desde las del transporte del cadáver regio, a los del servicio de cocina. Conforme a lo ordenado por Isabel, el cortejo inició su recorrido tras la celebración de las exequias fúnebres en Medina del Campo, siendo estos los principales lugares de su itinerario: Medina del Campo, Arévalo, Ávila, Toledo, Jaén y finalmente, Granada… tras veintidós días de atravesar las dos mesetas y el norte de Andalucía…”