POR MIGUEL MARTÍNEZ APARICIO, CRONISTA OFICIAL DE CALLOSA DE SEGURA (ALICANTE)
El pasado año 2019, las circunstancias propias de mi recuperación no me permitieron llevar a cabo la terminación y publicación de este trabajo sobre la reanudación de las fiestas celebradas en Callosa de Segura en los meses de Julio y Agosto, tras la finalización de la Guerra Civil. Ochenta años después de su celebración, paso a comentar como eran estas fiestas, sus actividades y curiosidades, con una introducción de las mismas en los momentos anteriores a su desarrollo en 1939, utilizando como base el folleto de la Feria de Julio y el Libro o Revista de Fiestas de San Roque que, como un tesoro, guardo en mi colección.
Las Fiestas de la Virgen del Carmen, celebradas entre los días 14 y 18 de julio, eran de gran arraigo e importancia en la Comarca, sobre todo en los años veinte del pasado siglo, como así podemos comprobar en varias crónicas de prensa de la época, con la instalación de puestos y feriantes locales o foráneos en la Rambla Alta, conocido como “El Real de la Feria”, celebrándose en esta calle las actividades festivas, a excepción de la Procesión con la Imagen de Ntra. Sra. del Carmen que, desde la Arciprestal, la acercaba hasta la Rambla donde recibía el correspondiente homenaje. Tras la proclamación de la II República, siguieron organizándose las Fiestas por el Ayuntamiento aunque con un carácter más cívico o laico (acuerdos del 15 de junio, 18 de junio, 22 de junio y 29 de junio de 1931), no apareciendo en las programaciones cultos religiosos como la Procesión, aunque ésta siguió bajo la tutela de la Parroquia y la Cofradía, según podemos ver en las actas municipales con la solicitud del Párroco para su organización (sesión de 13 de julio de 1931), concediendo el Pleno autorización a la parroquia para su celebración, señalándose de que “de no celebrarse la procesión por los sitios de costumbre, debiera celebrarse dentro de la Iglesia”. Parece que hubo sus más y sus menos, ya que en el acta del 23 de julio de 1931, se reflejan altercados por el interés de que la procesión llegue hasta la Rambla, buscando culpables y hasta proponiendo algún concejal el encarcelamiento del Párroco, D. Rafael Mira Barberá (1889-1936).
Respecto a las Fiestas de San Roque, al ser éstas de carácter más religioso, el Ayuntamiento no participaba, quedando a voluntad de los vecinos y parroquia su organización, dejando sobre la mesa para su estudio el 29 de julio de 1931 la participación por parte del Ayuntamiento. En la Sesión de 3 de agosto de ese mismo año, se da cuenta de la solicitud del Párroco para la celebración de las procesiones de la Virgen de la Asunción y San Roque el 15 y 16 de agosto respectivamente, autorizando el Ayuntamiento su desarrollo (hasta la Guerra Civil se celebraba la fiesta de la Asunción con procesión de la “Virgen Muerta” siendo expuesta en el Presbiterio de San Martín sobre rica cama la víspera para su veneración. Además el 4 de agosto de ese año se cita que el “Sr. Alcalde dio cuenta de un escrito firmado por varios vecinos en demanda de que se les autorice celebrar fiestas a nuestro Patrón S. Roque, a lo que accede el Ayuntamiento, facilitándoles los adornos de fiestas y los Gigantes y Cabezudos, pero que no se disparen tracas ni truenos que puedan ocasionar daños a personas o cosas”. Con lo que queda patente que las fiestas serían de carácter popular y celebradas por los propios vecinos.
En la sesión de 22 de julio de 1933, se habla y se acuerda la organización de unos festejos cívico populares para el próximo mes de agosto, no figurando en el acta de dicho pleno que fueran en honor a San Roque, no estando todos los concejales de acuerdo en su organización porque “la caja no lo permite”. Así llegamos a 1934, dicho año en sesión de la Comisión Gestora de 2 de agosto y sobre las fiestas de agosto, se acuerda “que este ayuntamiento celebre Fiestas Cívicas eminentemente populares los días catorce al diecisiete del mes actual”, se acordó además instar a la industria, comercio y población a aportar donativos “no olvidando la triste situación económica que agobia a este municipio”. Así pues se nombra una comisión para estas fiestas que han perdido su carácter religioso, editando el 4 de agosto, una cuartilla titulada “Al pueblo de Callosa y su huerta”, en la que señala que, una vez nombrados por el Excmo. Ayuntamiento, se encuentran con una situación económica en el consistorio nada boyante por la que piden un “esfuerzo económico mayor a los hijos de Callosa, si queremos celebrar las fiestas ser fieles a nuestras gloriosas tradiciones”. La Comisión llamaba así a la generosidad de los vecinos, a los que visitaba en sus domicilios para solicitar donativos. Ésta ha sido una constante en la organización de los festejos sanroqueños en épocas de escasez presupuestaria, ya que en la época de posguerra, se pedían donativos, elaborando la comisión libretos con los donantes que cada semana realizaban este gesto, como así podemos comprobar en años como 1946 o 1947. Con la llegada de la Guerra Civil, las fiestas quedaron a un lado en su organización y celebración.
Una vez realizada esta introducción, llegamos a 1939. En abril de 1939, finalizó la Guerra Civil, poco tiempo quedaba para la organización de los festejos tanto de la Virgen del Carmen como de San Roque, teniendo en cuenta además que mucho patrimonio había sido destruido, como la Sagrada Puerta de San Roque o la Imagen de la Virgen del Carmen. Según Antonio Ribera Marín, “al término de la guerra, los primeros días se dedican a la limpieza de los templos y su consagración; la parroquia y San Roque son los primeros templos en estar en condiciones para su uso”. En la Ermita de San Roque, se colocó en el camarín el cuadro pintado en 1921 por Pedro Pérez Doló, propiedad de Francisco Ribera Mora, de dimensiones y características similares al destruido en 1936, presidiendo la Ermita durante las primeras fiestas de San Roque tras la Contienda, hasta que en 1940 ocupó el camarín el nuevo cuadro, pintado sobre tabla por el madrileño Miguel Andrés.
En esos primeros días de abril, con apenas tres o cuatro meses para preparar los festejos, se desplazaron a Murcia componentes de la Cofradía de la Virgen del Carmen y de la Parroquia al taller del imaginero murciano Gregorio Molera Torá (1892- 1970), para encargar una imagen de vestir de Ntra. Sra. del Carmen y un San Roque “enlienzado”. La rapidez hizo por una parte que una no estuviera concluida y se finalizara más tarde (la Virgen del Carmen) y la otra poco agraciada y sustituida en 1955 por la imagen actual de San Roque de Francisco Martínez Garcés. Hoy podemos ver la imagen de Gregorio Molera de 1939 en la Capilla de la OFS.
En los días previos solo encontramos una referencia en el libro de actas municipal de la sesión de 15 de junio de 1939 a la Feria y Fiestas de la Virgen del Carmen: “Enseguida yo el secretario di cuenta de un escrito presentado por representaciones de la Banca de la Industria y del Comercio, en el que solicitan se renueven las tradicionales feria y fiestas que en honor a nuestra Sra. del Carmen que se celebraban en esta Ciudad durante el mes de Julio. Los reunidos ven con satisfacción este deseo y acuerdan nombrar una Comisión que, presidida por el Sr. Alcalde y compuesta por Don. Miguel Mínguez, Dn. José García Serna, D. Emeterio Pina, D. Antonio Marco Zaragoza, D. Franco. Culiáñez Torres y D. Manuel Ruiz Estañ, vecinos de ésta, como vocales, se encargue de empezar los trabajos de preparación y organización como igualmente de recaudar fondos entre los elementos pudientes con el fin de que la brillantez y esplendor de dichas fiestas superen a los de años anteriores”. Mientras respecto a las de San Roque, el 27 de julio de 1939, acordó la corporación presidida por don Antonio Lloret Zaragoza “Celebrar grandes fiestas Cívico religiosas con motivo de la festividad de nuestro excelso Patrón San Roque, requiriendo para ello el concurso económico de todo el vecindario”. En la prensa, aparece una breve nota el 25 de junio de este año titulado “Grandes Fiestas” señalando que “Una comisión integrada por prestigiosos elementos de esta localidad, ha pedido al Sr. Gobernador permiso para realizar la tradicional feria y fiestas en honor de Nuestra Señora del Carmen en los días 15, 16 y 17 del próximo mes de julio. Dado el entusiasmo que se nota entre los callosinos para celebrar las ferias y fiestas…”.
Las fiestas tanto de la Virgen del Carmen como las de San Roque eran muy parecidas en actos, destacando la feria en la Rambla para las de Julio y los actos deportivos y “taurinos” para las de agosto. En ambas festividades, coincidían los cabezudos, la farolata, la música y las celebraciones religiosas.
Para los festejos en honor a la Virgen del Carmen celebrados entre el 15 y el 18 de julio de 1939, se editó un pequeño programa 11,5 x 17 cm. Impreso en la imprenta del Oratorio Festivo, ubicada en la subida al Seminario de San Miguel en Orihuela. Según el Orden de Festejos, los mismos comenzaron el sábado 15 de Julio con repique de campanas y bombas al amanecer, mediodía y toque de oración. A las siete de la tarde la dulzaina recorrería las calles, a cargo del callosino don José Navarro Noguera. Una hora más tarde, a las ocho, tuvo lugar entrada y bendición de la nueva imagen de Ntra. Sra. del Carmen “en el Barrio del Cementerio de esta Ciudad, desde donde acompañada por todo el pueblo y amenizada por la Banda de Música se trasladará en SOLEMNE PROCESION a la Iglesia Parroquial. Acto Seguido MISA SOLEMNE en honor a la Stma. Virgen...”, La oratoria de la celebración corrió a cargo del Magistral de la S.I. Catedral de Orihuela, el M.I. Sr. Dr. D. José Sanfeliu Giner.
A las nueve de la noche, se celebró la “Retreta, con profusión de faroles”, es decir, la tradicional farolata. Finalizó este día, víspera de la onomástica de la Virgen del Carmen, con una Grandiosa Alborada a las doce de la noche, a cargo del afamado pirotécnico benielense D. Pedro García, siendo amenizada por la Banda de Música callosina, dirigida por D. Luis Serna Mora (1889-1955), “para anunciar la MISA DE CAMPAÑA”.
El Domingo 16 de julio comenzó con repique de campanas al amanecer, repitiéndose al mediodía y toque de oración. A las seis de la mañana tuvo lugar la Misa de Campaña en la “Avenida de Calvo Sotelo (Hoy Rambla Alta) donde se instalará un artístico templete y en la que actuará la banda de la localidad”. A las nueve de la mañana, en la Arciprestal nuestro paisano el M.I. Sr. Dr. D. Antonio Hidalgo Mateo (1889- 1966), Chantre de la S.I. Catedral de Tarazona, ensalzó “las glorias del Carmelo”. Y por la tarde, a las siete y media, se celebró la Extraordinaria Procesión con la nueva imagen de Ntra. Sra. del Carmen, recorriendo “las calles de costumbre” hasta la Rambla. Al llegar se cantó por todo el pueblo la Salve Gregoriana y se disparó una “Monumental Traca”.
El lunes 17 de julio, despertó de nuevo a los callosinos el repique de campanas al amanecer, repitiéndose al mediodía y toque de oración. A las siete de la mañana, la banda de la Ciudad realizó una Diana musical y a las doce se prepararon “Grandes Sorpresas” (desconociendo las que fueron).
A las cuatro de la tarde, tuvo lugar una “Carrera de cintas en bicicletas estando bordadas las primeras por distinguidas Srtas. de la localidad”. A las seis se desarrollaron Juegos Infantiles, finalizando los actos a las once de la noche con “Gran Velada Musical en la Avenida de Calvo Sotelo”, en la que la Banda de esta Ciudad interpretó “selectas piezas de su vasto repertorio”.
El martes 18 de julio, finalizaron las fiestas, dedicando este día a la conmemoración del denominado “Alzamiento Nacional” con los siguientes actos: Diana musical por la banda de la localidad al amanecer. Una Misa Funeral a las nueve de la mañana con oración fúnebre a cargo de D. Antonio Hidalgo Mateo. A las seis de la tarde se realizó la “Fiesta de la BANDERITA” en la Rambla, de carácter benéfico para Auxilio Social y la Cruz de los Caídos por la Banda de Callosa de Segura. A las once de la noche Gran Verbena con la actuación de la misma banda, “disparándose al final una Magnífica BOMBA con la que se dará feliz término a estos festejos”.
La Comisión, añadió una nota en el programa dirigido a los callosinos en el que reflejaba que “Esperamos de nuestro querido vecindario, adornen sus fachadas durante los días de festejos, para dar más realce a los mismos”.
Tras esta descripción de los actos que tuvieron lugar en julio de 1939, en honor a la Virgen del Carmen, pasaré a detallar los festejos que en honor a San Roque, se organizó al mes siguiente entre los días 13 y 17 de agosto. Para ello se confeccionó un libro de fiestas, el primero tras la Guerra Civil, que forma parte de mi archivo y que en su día recogí de entre los documentos de mi abuelo don Monserrate Aparicio Murcia (1907-1994).
Este ejemplar tamaño cuartilla, tiene unas medidas de 19,5 x 14 cm., con portada y contraportada en cartulina y cuarenta y cuatro páginas, conformadas por un saludo de la Comisión, diez páginas dedicadas a la programación y el resto a publicidad, toda ella impresa en tinta azul y con la curiosidad de estar muchas de sus páginas en blanco al estar realizada, en su mayoría, por una sola cara. La portada en tintas verde y rojo, con las características propias de la tipografía del momento, refleja la portada de la Ermita de San Roque, mientras que en la contraportada aparece la fotografía del interior de la ermita antes de 1936, siendo la misma fotografía que utilizó en 1909, don Julio López Maymón (1872-1939), quien fuera Párroco de San Martín entre 1906 y 1910. La Revista fue impresa en la Imprenta de Salvador Pérez, ubicada en calle Generalísimo, 10 (hoy calle Convento), pasando en marzo de 1946 a ser Imprenta José Molina Orts.
Comienza con el saludo de la Comisión titulado INICIO, cargado de mensajes y argumentos patrióticos dado el nuevo régimen tras la Guerra Civil, finalizando con las siguientes palabras hacia los callosinos: “esta Comisión no ha regateado (traición hubiera sido al amor de nuestros amores: el glorioso San Roque), para que estas fiestas tuvieran lo que siempre tuvieron: alegría sana en un ambiente religioso”. A dicho saludo que aparece sin firma le sigue el programa con el que podemos señalar los actos o festejos celebrados en el año 1939 y, como veremos, muchos de ellos parecidos a los desarrollados en las fiestas dedicadas a la Virgen del Carmen.
Las fiestas en honor a San Roque se iniciaron el Domingo 13 de agosto con el “Repique de campanas” que tanto al amanecer, mediodía y toque de oración, se realizó este día y los dos siguientes. Todos los días de las fiestas, tuvo lugar a las siete de la mañana, la “DIANA por la afamada música de esta Ciudad”, recorriendo en pasacalles jubiloso, distintas barriadas o calles de la localidad. Este mismo día, a las 12 del mediodía, tuvo lugar el “Pasacalle musical de chirimía con los Cabezudos, que hicieron una exhibición de sus famosos bailes”.
A las cuatro de la tarde, tuvo lugar el FESTEJO MONSTRUO, es decir, la vaquilla en la Plaza de España. Este festejo aparece cada día con un nombre y algún texto alusivo a los “revolcones y caídas” propias de esta suelta de vaquillas, así el día 14 figura como DESCONCIERTO FENOMENAL, señalando irónicamente que “habrá carreras de velocidad con premios codiciados a aquellos señores cuyos pantalones no sufran desperdicio”; el día 15 como GRANDES CARRERAS “con sorpresas, negocio para los farmacéuticos y fabricantes de hilos de coser”; el día 16 nos dice que a las cuatro de la tarde llegará “el caos, risas, carreras y farotas miedosas”. Y finalizó el 17 de agosto con el MAREMÁGNUM “con grandes sorpresas y sustos”.
Continuando con el día 13 de agosto, a las ocho de la tarde tuvo lugar el ejercicio del “Solemne Novenario”, corriendo la prédica a cargo del Rvdo. P. Fr. José Uribesado, lector jubilado en Sagrada Teología del Convento de Franciscanos de Orihuela. A las 10 de la noche, en la Glorieta denominada entonces como “de los Mártires Callosinos”, se celebró una GRAN VERBENA, con premios variados para “aquellas señoritas cuyo Mantón de Manila sea más hermoso”, finalizando este día con la elevación de Globos grotescos.
Llegados al lunes 14 de agosto, como novedad respecto al resto de días, a las doce del mediodía se celebraron Juegos Infantiles, al igual que los días 15 y 17 de agosto. A las ocho de la tarde, se celebró el último día de Novenario, ocupando la cátedra sagrada el callosino M.I. Sr. Dr. D. Antonio Hidalgo Mateo, Canónigo Chantre de la S.T.C. de Tarazona de Aragón. Ya, a las doce de la noche, GRAN ALBORADA en la explanada de San Roque que iluminó “el cielo, para dar paso al gran día de la Asunción”.
El martes 15 de agosto, a la Diana Musical se unió el disparo de morteretes desde la explanada de la Ermita. A las nueve y media de la mañana, tuvo lugar la Solemne Misa en honor de la Asunción de la Stma. Virgen a los Cielos, con asistencia del Excmo. Ayuntamiento, Autoridades, Comisiones de Festejos, invitados, etc., en el Templo Parroquial que fue “magnificada por un nutrido coro de artistas de la localidad, interpretándose a toda orquesta, la del maestro Sancho Marraco a dos voces”. La celebración estuvo presidida y predicada por don Antonio Hidalgo Mateo.
Como acto especial y, al igual que sucedió en las fiestas de la Virgen del Carmen, a las ocho de la tarde tuvo lugar la Triunfal Entrada de la nueva imagen de San Roque, “obra del escultor murciano D. Gregorio Molera Toral (Torá); la cual será recibida en la Cruz de Piedra (en el Salitre, esquina calle León Marco Praes, donde se despedían los duelos), por el Clero, Autoridades, Jerarquías de Falange, Congregaciones religiosas y pueblo en masa con la Banda musical de la localidad; dirigiéndose después en imponente manifestación religiosa al templo Arciprestal donde se cantarán por todos los fieles los tradicionales GOZOS en honor del Santo”.
A las diez de la noche tuvo lugar la Retreta y Farolata. Una hora más tarde, “alardes de pirotecnia en el trayecto que va desde la Plaza de España a la Plaza Vázquez de Mella (Plaza Reina Sofía)”. Finalizando el día en la Glorieta con una Gran Verbena Musical a las 12 de la noche.
El miércoles 16 de agosto, Día del Patrón de la Ciudad, comenzó con las tradicionales Misas en la Ermita de San Roque a las tres de la madrugada, celebrándose cada media hora. A las nueve y media, se tuvo lugar la Misa Solemne en San Martín, oficiada por el Arcipreste de Callosa de Segura, el Rvdo. Sr. D. Lorenzo Guardiola Yáñez (1900-1941, fallecido el 16 de agosto de 1941, festividad de San Roque), con asistencia de Ayuntamiento, Autoridades Militares y Judiciales, Representaciones, Comisiones de Festejos y Pueblo en general. Se interpretó “por un magnífico coro femenino la de dos voces del maestro Perosi: Te Deum Laudamos”. La Predica corrió una vez más a cargo del canónigo don Antonio Hidalgo Mateo.
Al mediodía se celebrarían los Cabezudos, “con el cabezote a la cabeza”, seguidamente se proclamó desde el Ayuntamiento el nombre de la Muchacha Virtuosa que “elegida por un jurado recibirá el PREMIO A LA VIRTUD”. A las siete y media se celebró la “Grandiosa Procesión con la nueva imagen de S. ROQUE” que recorrió el itinerario acostumbrado, presidiendo las autoridades locales y representaciones. Ya en la noche, a las diez tuvieron lugar juegos de artificio (los conocidos “melones” de carretillas) en la Plaza de España y Vázquez de Mella y a las 11 de la noche Grandioso Concierto en la Plaza de España por la Banda de Música dirigida por don Luis Serna Mora.
El jueves 17 de agosto a los actos de todos los días: Diana Musical, Juegos Infantiles y Vaquillas, se unieron Fuegos de Artificio a las ocho de la tarde y una Gran Verbena “dándose FIN a estos festejos con una monumental BOMBA”.
Señalar dos notas que publica la Comisión: por una parte, indica que se realizó un concurso de calles premiándose a la mejor engalanada, que en las verbenas hubo “atrayentes concursos” y que “todas las fachadas deben aparecer engalanadas”. Por otra parte participa a la ciudadanía que la Delegación Local de Deportes organizó una Gran Carrera Ciclista el día de San Roque, a las once de la mañana, en la que participaron los jóvenes con edades comprendidas entre los 15 y 18 años, discurriendo ésta por Callosa, Orihuela, Almoradí, Dolores, Catral, Albatera, Granja de Rocamora, con un total de 35 kilómetros, con premios para los cinco primeros clasificados siendo el primer premio de 50 pesetas, debiendo aportar cada corredor para inscribirse, la cantidad de 3 pesetas.
Y así termina la descripción de estas primeras fiestas tras la Guerra Civil en 1939, tanto de la Virgen del Carmen en Julio como de San Roque en agosto, con la impresión de un primer libro o revista de fiestas tras la contienda que le lleva a ser el más antiguo de la posguerra, formando parte de mi colección y que, con este trabajo, pongo a disposición de los callosinos, conociendo así las singularidades y características de las Fiestas de hace ya ochenta años.