EL CRONISTA DE BAEZA JOSÉ LUIS CHICHARRO CHAMORRO, HABLÓ DE ESTE ARTISTA
En 2024 se cumplen ciento diez años del nacimiento y quince de la muerte del afamado escultor, dibujante y actor de la Barraca santistebeño.
Cuando falleció en 2009, (solo diecinueve días después de perder a su esposa, Ana Rodríguez Aragón), Jacinto Higueras Cátedra era el único superviviente del legendario grupo teatral La Barraca, que dirigiera el poeta Federico García Lorca entre 1932 y 1936. Eso…, y mucho más.
Sí, en la persona de este ilustre santistebeño que compartió nombre y primer apellido con el autor de sus días confluyó una serie de talentos que, unidos a una personalidad tan destacable como su perfil creativo, hicieron de él un personaje imprescindible en la historia del arte del siglo XX. Escultor, dibujante, actor…
De él escribió el académico baezano José Luis Chicharro Chamorro: «Ha sido un autor plástico que dominaba los materiales de su arte. Ha trabajado el barro, la madera, el cemento, el hormigón, el bronce, incluso el plástico de manera novedosa en 1955. Ha realizado monumentos, retratos, esculturas religiosas, temas taurinos, desnudos, medallas, alegorías… Ha abordado proyectos siempre con honestidad y en la obra libre, la trabajada para él se ha mostrado muy suelto, fresco, dominando en todo momento los elementos fundamentales de la escultura».
Entre esas medallas y como curiosidad, la que se llevó Massiel en 1968 con su celebérrimo La la la o, un año después, la popular Salomé con Vivo cantando. Clasicazos, que diría alguien.
Y en el ámbito de la interpretación, según su compañera del mítico grupo lorquiano María del Carmen García Lasgoity, el mismísimo poeta granadino lo consideraba «el único de La Barraca que llevaba en la sangre el ser actor».
Singularísimo dibujante, el rastro artístico de Higueras Cátedra en la provincia jiennense es tan numeroso como extraordinario, con ejemplos tan destacados como la cabeza de su padre, Jacinto Higueras Fuentes, que se desdobla en sendos monumentos de su pueblo natal y de la capital del Santo Reino, o la Virgen de Belén de la parroquia homónima de Jaén (de la que salió durante décadas su personalísima imagen de Jesús Entrando en Jerusalén, desplazada por la cofradía en favor de la actual talla, de evidente aliento neobarroco).
Fuera de las fronteras provinciales su obra está repartida en infinidad de ciudades de todo el mundo, en una suerte de repertorio cotidiano que informa de la rabiosa y originalísima contemporaneidad de Higueras Cátedra tanto en sus piezas de gran formato como en las delicadas y reducidas esculturas y tallas que firmó.
«Nuestro padre fue sin duda además de un gran artista, un hombre ‘grande’ en el mejor sentido del término. Un hombre de bien, generoso, leal, alegre, gran trabajador, ingenioso para resolver cualquier problema, con gran sentido del humor y gran capacidad de concordia, liberal y generoso con las ideas ajenas», lo define su hija Lola Higueras en las páginas de Jacinto Higueras Cátedra (Escultor 1914-2009). O sea, un ser total.
FUENTE: https://lacontradejaen.com/reportaje-escultor-santisteban-jaen/