MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ)
Guadalupe acogerá este año 2020 un nuevo año santo guadalupense. Cita que, a pesar del Coronavirus, se mantiene para septiembre de este año. Además Guadalupe aspira este año a convertirse en capital del turismo rural. Se denomina Año Santo Guadalupense al año en que el 6 de Septiembre cae en domingo. En estos años los católicos pueden lucrar el jubileo; para ello los requisitos son los siguientes: 1.- Visitar la Basílica de Guadalupe en Extremadura 2.- Rezar alguna oración y pedir por las intenciones del Papa. 3.- Recibir los sacramentos de la Penitencia (puede ser quince días antes o después) y de la comunión. Se recomienda oír Misa. Los últimos jubileos han sido 2007, 2009, 2016. El próximo será entre el 6 de Septiembre de 2020 y el 6 de septiembre de 2021.
Para obtener el jubileo, los peregrinos han de visitar el monasterio de estilo gótico mudéjar, situado en el paraje donde, según cuenta la leyenda, se apareció la Virgen al pastor Gil Cordero para revelarle que en aquel lugar encontraría una imagen suya y pedirle que erigiese un santuario o ermita en su honor.
Esto ocurrió a finales del siglo XIII y, desde entonces, Guadalupe, el primer Santuario Nacional (1340), ha sido un importante centro de devoción mariana al que han acudido personajes históricos como Isabel la Católica, Cristóbal Colón, Hernán Cortés, Carlos V, San Pedro de Alcántara, Santa Teresa de Jesús, Miguel de Cervantes, Lope de Vega y Miguel de Unamuno, entre otros muchos.
Durante el Año Santo, que abarca de septiembre a septiembre, se suceden las actividades religiosas y culturales en esta Puebla de Guadalupe, que forma parte de la Asociación de los Pueblos más Bonitos de España desde 2018 y está situada en el Geoparque Villuercas-Ibores-Jara, integrado en la Red Mundial de Geoparques de la Unesco. Los viejos caminos que llevan al monasterio de Las Villuercas, transitados por miles de peregrinos a lo largo de la historia, viven un nuevo impulso gracias a la rehabilitación y la promoción realizadas por las administraciones públicas y diferentes colectivos.
Llegar a Guadalupe siempre es un júbilo para el alma y el cuerpo. A la belleza del monasterio, declarado Monumento Nacional en 1879 y Patrimonio Mundial en 1993 (resulta imprescindible visitar la iglesia, los claustros mudéjar y gótico, la sacristía, el camarín y los museos que alberga en su interior), unido al encanto de la puebla que surgió y creció a su alrededor y los paisajes del Geoparque Villuercas-Ibores-Jara.