POR APULEYO SOTO, CRONISTA OFICIAL DE BRAOJOS DE LA SIERRA Y LA ACEBEDA (MADRID)
Hijo mío Predilecto de la Ciudad de Segovia, la que a su vez es la novia de mi corazón dilecto, pues que te ha reconocido como tal el Arahuetes, habrá que tirar cohetes por hombre tan bien nacido. Yo los tiro, ellos explotan, y de Riaza a Madrid inclinante la cerviz los que tus servicios notan.
Es el Centro Segoviano centro de consenso en paz; nunca hubo tal hermandad, tajada y vino en la mano. Brindo por el nombramiento, Señor don Antonio Horcajo, pues del acueducto abajo se expande tu excelsimiento.
Dios te dé vida longeva para seguir trabajando con los pasos que vas dando con Maricarmen, tu Eva.
Bendita sea Segovia, Cronista de las entrañas, las que abrieron las Españas frutales de la concordia. Ojalá brillen así por los siglos de los siglos; afuera torpes vestiglos de división porque sí. Y tú sabes de lo que hablo y lo saben los patriotas; jamás, jamás, jamás rotas las relaciones. Al diablo. Al diablo las disensiones, al diablo las algaradas, al diablo las mal pasadas por los catalanes nones.
Sir HORCAJO MATESANZ, buen muñidor académico, aplaca ese mal endémico, partes somos de un gran pan. Felicidades, amigo, jefe, padre, compañero, maestro y alabardero, siempre me tendrás contigo.