Antonio Luis Galiano ejerció como maestre de gobierno de la Real Orden de San Antón por primera vez en enero del 2009, un cargo que repetirá el domingo próximo en el acto de nombramiento de Caballeros, Damas e Institución de San Antón para este año. Esta entidad que logró el título de ‘Real’ hace apenas unos años es relativamente joven, pues se puso en marcha en los años sesenta del siglo pasado al abrigo del Club de Prensa de la ciudad. Llevó el peso durante años Joaquín Ezcurra Alonso, y le siguió en el cargo su hijo, Joaquín Ezcurra Gilabert, que dejó paso a Galiano cuando fue elegido concejal del Ayuntamiento. El maestre de gobierno es también cronista oficial de la ciudad, y destaca el papel relevante en el funcionamiento de la institución durante años de Trino Meseguer.

– Aunque tiene un nombre muy barroco, esta orden es relativamente joven, ¿cuál es su historia?

– Son más de cincuenta años los que lleva funcionando. Lo importante es que la Orden de San Antón nació a través del Club de Prensa de Orihuela. Lo componían personas de Orihuela dedicadas a los medios de comunicación, la mayor parte de ellos de forma altruista. Se creó en 1965 y estuvieron en un principio haciéndose nombramientos solo como caballeros de San Antón. Se elaboraron unos estatutos, se puso en marcha, se amplió después a la figura de la Dama de San Antón y por último se añadió también la Institución de San Antón. Hace un par de años conseguimos el tratamiento de Real a través de la Casa del Rey.

– ¿Por qué nació?

– La única razón, en mi opinión, por la que nació la orden fue para distinguir a personas que de alguna forma hubieran destacado por su ayuda, o por contribuir a mejorar la vida en la ciudad.

– ¿Y la vinculación con la fiesta de San Antón?

– Lo que se quería era potenciar la fiesta y potenciar también la figura del Señor de San Antón, que es un canónigo que nombra el Cabildo Catedral -ahora van por riguroso turno- y que se elige por dos años consecutivos. Este año es José Antonio Gea que es además el deán de la Catedral.

– ¿Cuál es la función de esa figura de Señor de San Antón?

– La función del Señor de San Antón era la de administrador de la ermita del barrio, que pertenecía a la Catedral. Tenía que organizar además toda la fiesta, incluido el sorteo del cerdo, para mantenimiento no solo de la fiesta sino también de la iglesia.

– ¿Ha sido la fiesta de San Antón una de las importantes de las que se celebran en la ciudad?

– Se trata de una fiesta centenaria. Se hacía una romería y aún siendo día de trabajo las familias iban en romería, comían arroz y costra que se hacía allí mismo y desde el XVIII tengo la relación de todos los señores de San Antón. Nació en un principio cuando el Cabildo, porque la ermita pertenecía a la Catedral, en un momento determinado nombró a una persona para que se hiciera cargo de administrar la ermita, y decidieron que se encargara cada dos años un miembro del cabildo.

– ¿Considera que se conoce esa historia de la fiesta más allá de la celebración popular?

– No. Los únicos datos que había publicados hasta ahora eran de Julio López Maimón en un artículo que hizo, él le llamaba ‘rebuscos’, en un ‘rebusco tripartito’ aunque suene un poco político, en el que narró los datos que él tenía y que se han ido corroborando, porque además son bastante fiables.

– Una fiesta que se celebra en un enclave importante dentro de la historia de la ciudad.

– Si, pero es que además todo está relacionado con la propiedad del Cabildo de la iglesia. En un principio estuvieron en el barrio los Antonianos, una orden que tenía sus cerdos y que los dejaba sueltos para que la gente les diera de comer. Llevaban unas campanillas para saber dónde iban los animales, que en cierta forma estaban protegidos. Hay incluso pleitos porque los cerdos se metían por las propiedades y hacían polvo todo lo que pillaban. Después de ellos la iglesia de San Antón siempre ha estado vinculada al Cabildo Catedral.

– ¿Cuál es el objetivo de la orden?

– Seguir manteniendo esa relación con respecto a la fiesta. Antes los nombramientos se hacían en distintas épocas del año, pero llevamos bastantes en los que los hacemos coincidir con la fiesta de San Antón. El objetivo es seguir distinguiendo a personas que de alguna forma destacan o han destacado en ayudar a Orihuela o promocionarla, ya no solo oriolanos sino gente también de fuera.

– Este año se ha optado por hacer un homenaje a las artes.

– Para mí, este año hay una vinculación entre la enseñanza y el arte. Como Caballero de San Antón tendremos a Alejandro Sigüenza que es actor, entra dentro del arte teatral pero también televisivo, porque al final la televisión quitando algunos programas de ‘telebasura’ también es importante. Luego a Gaspar Poveda, donde introducimos el arte fotográfico, porque la fotografía es realmente un arte. En enseñanza se ha optado por el director de Santo Domingo, un colegio que ya fue Institución de San Antón con el que estamos muy vinculados. Y se ha reconocido también dentro de la enseñanza y del arte indirectamente también a María de los Ángeles Galiano que ha pasado 50 años dedicada de la enseñanza, ha dado clases de apoyo incluso después de jubilarse y que también tiene una faceta artística a través de la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios. Lógicamente, dentro de la enseñanza, el Colegio Jesús María de San Isidro que cumple 50 años será Institución de San Antón.

– ¿Quién decide esos nombramientos?

– El capítulo de gobierno, que está formado por caballeros y damas de años anteriores. En la actualidad lo forman Juan José Sánchez Balaguer, Julio Calvet, Gloria Aparicio, Amalia Navarro, el Señor de San Antón de turno y el concejal, en este caso concejala de Festividades.

-¿Qué vinculación tiene la orden con Santo Domingo como para hacer allí la entrega de distinciones?

– Es circunstancial, porque recuerdo haber visto entregas de distinciones en Santiago, en la Capilla del Loreto, en la misma Catedral, en el altar mayor, y luego ya se optó por hacerlo dentro de Santo Domingo porque de entrada es un marco maravilloso. Al estar vinculados con el colegio a través de la institución se nos facilita el poder hacerlo allí, y cualquier persona que viene de fuera se queda maravillada.

– ¿Hay una explicación para que se coma arroz y costra en San Antón?

– Simplemente se come porque siempre ha sido la comida típica. En todas las casas se ha hecho siempre arroz y costra en San Antón. En el siglo XIX hay datos de que las familias se iban a cocinarlo al barrio, con su lumbre, y pasaban el día de romería.

– ¿Consideran desde la orden que se debe potenciar la fiesta por toda esa historia que tiene detrás?

– La fiesta se mantiene bien. El barrio lo tiene muy asumido y además es un momento que se vive. Participan, se montan ferias, los tenderetes para comprar las bolas de San Antón, el turrón de novia, el palmito… Lo que ha sido típicamente la pesá.

Fuente: http://www.laverdad.es/ – Pilar M. Maciá