Apeo de sepulturas en la iglesia parroquial de La Ventosa en 1569.

En el año 1569 el Licenciado Cerezo, cura de La Ventosa mandó realizar un apeo de las sepulturas que se encontraban en el interior de la iglesia, hoy desaparecidas. Con este apeo se hizo una relación detallada de las familias que se encontraban allí enterradas, por lo que nos encontramos ante un documento de un gran valor para conocer a los habitantes de la villa en la época en la que se estaba construyendo la iglesia actual por parte del maestro de cantería Pedro de la Tijera, encargado de realizar dicha obra.

Estos enterramientos, que según la zona en la que estuvieran ubicados podían mostrar a los fieles poder económico y distinción social, ejercían a su vez una especie de educación moral en la que los vecinos del lugar podían reflexionar sobre su final mortal, siendo el ámbito cronológico que abarca este artículo una época en la que la muerte era una constante en la vida cotidiana . En función de las zonas de enterramientos podíamos encontrar durante el siglo XVI enterramientos con su propio altar como el de don Gaspar de Bustos Espejo, caballero de la Orden de San Mauricio y San Lázaro, o lápidas sepulcrales como las que tenían los miembros de la familia Liébana, con su escudo de armas labrado en piedra en la zona de la capilla del Rosario.