APUNTES DE FERIA (I): LA ROMERÍA DEL III REICH
Sep 06 2017

POR ANTONIO BOTÍAS SAUS, CRONISTA OFICIAL DE MURCIA

El mismo día en que los primeros cañonazos de la II Guerra Mundial atronaban los cielos polacos, en la ciudad de Murcia «tracas y cohetes rasgaban los aires en señal de alegría». Pero no se festejaba la invasión alemana, sino la llegada de la Patrona, la Virgen de la Fuensanta, a la Feria. Y es que aquel primero de septiembre de 1939, los murcianos se debatían entre la incertidumbre de una inminente contienda mundial, el cansancio de la Guerra Civil -que había acabado apenas hacía cinco meses- y el sabor agridulce de celebrar unas fiestas que en muchos hogares había proscrito el luto.

Para colmo, el obispo de la Diócesis, Monseñor Díaz y Gomara, también decidió regresar el mismo día en que Alemania invadió Dantzig (hoy Gdansk), así que el prelado, quien llevaba dos años largos en el exilio, tuvo que compartir las portadas de los diarios con enormes titulares a toda página sobre las operaciones emprendidas por el Tercer Reich.
La ciudad no estaba para más guerras. Con la propia ya había tenido bastante y tardaría muchos años, décadas, en recuperarse. Si la situación europea parecía explosiva, no menos preocupantes eran las decisiones que se hicieron públicas en Murcia aquel día primero de septiembre de 1939. Y, con sorprendentes paralelismos. Así, mientras el Ministerio de Propaganda alemán presentaba una propuesta para alcanzar la paz con Polonia, el Servicio de Propaganda franquista, curiosamente, prohibía la exhibición pública de retratos y símbolos del Movimiento.

Al parecer, como señalaba un comunicado del Gobierno Civil, porque «se ha observado que se hace un verdadero abuso en la exhibición de las figuras más eminentes del Movimiento, al colocar sus efigies en establecimientos, escaparates, etc. mezclándose con todo tipo de objetos». Entretanto, se decretaba que todos los refugiados que hubiera en Murcia y que no se encontraran en la Región antes del inicio de la Guerra tenían un plazo de quince días para regresar a sus poblaciones de origen.

Los murcianos, al menos quienes leyeran, ya conocían a Hitler desde hacía muchos años, quizá desde que fuera condenado por alta traición en 1924, después de un intento frustrado de golpe de Estado en Alemania. Murcia fue fiel a la República hasta dos días antes de que acabara la Guerra, el 29 de marzo de 1939, cuando la División Navarra entró a la ciudad. El mismo día, la Fuensanta, escoltada por al Guardia Civil, fue sacada a las calles en una improvisada procesión. Regresaría el 1 de septiembre, acompañada por cuarenta mil fieles, quienes emplearon cinco horas en trasladarla a la ciudad.

La Virgen regresaría el 13 de septiembre a su santuario del monte, aunque el foco informativo se centró aquel día en los partes de guerra de los cuarteles franceses e ingleses y la «situación desesperada de los soldados polacos». En Murcia, muchos palidecían al ver sus nombres publicados como objetivos de los expedientes de depuración. Debían presentarse ante la Guardia Civil, «acompañados de tres personas de solvencia moral o de un aval autorizado por tres firmas reconocidas como autoridad». En dicho aval debía constar de forma clara «la conducta político-social y moral del interesado». Para echarse a temblar.

Cuando han pasado setenta años justos de estos acontecimientos, apenas queda el recuerdo agrio de dos guerras que nunca debieron estallar. Pero también permanece, esta vez espléndida y alegre, la misma romería que cada septiembre, por el veranico de los membrillos, congrega a miles de murcianos en la ciudad, creyentes y no tanto, para acompañar a su Patrona al monte.

Fuente: http://blogs.laverdad.es/

Add your Comment

Calendario

noviembre 2024
L M X J V S D
 123
45678910
11121314151617
18192021222324
252627282930  

Archivos

UN PORTAL QUE CONTINÚA ABIERTO A TODO EL MUNDO