POR JOSÉ ORTIZ GARCÍA, CRONISTA OFICIAL DE MONTORO (CÓRDOBA)
Cuando cada Viernes Santo de Madrugada paseamos con Nuestro Padre Jesús Nazareno tras oír la sentencia del Rincón de Olaya y encaminándonos hacía la carrerilla que en minutos dará comienzo en la calle Marín, pasamos sin darnos cuenta por una parte de la Coracha que en tiempos antiguos no se llamaba de esta forma, sino como calle de Juan Agudo.
El nombre le viene dado por un horno que se edifica por Agudo en el siglo XVII, y que desde entonces vino haciendo pan hasta fines del XIX, si bien, esta denominación se pierde en torno a 1855.
En este horno tenemos constatados casos curiosos como el de Ana Viruela, una mujer sanadora, que la Inquisición abrió pleito contra ella indicando que hacía sus artes con ceniza del horno y tocando la zona dañada, incluida las pudendas en caso necesario.
Además hablaban de oraciones a Cristo que no eran las establecidas por el Vaticano, y por todo ello fue condenada aunque sin terminar en el Cadalso, regresando al pueblo donde siguió ejerciendo de panadera.
Del mismo modo era una calle en la que en ocasiones nos sale documentación de caídas de personas o caballerías a la parte de la calle Marín, a la altura de un corte del terreno en la zona donde se establecía la antigua fuente.
Desde esta perspectiva también podemos apreciar la trasera del camarín de Nuestro Padre Jesús Nazareno, levantado en 1904 – 1905.
Espero que sea de vuestro interés, lo podáis compartid y tengáis un día espléndido.