POR JOSÉ ORTIZ GARCÍA, CRONISTA OFICIAL DE MONTORO (CÓRDOBA)
En 2006 tuve la suerte de contar en mis manos con una revista de feria de los años treinta, creo recordar que de 1934, que mi amigo Paco Aguilar me facilitó para la exposición documental que tuvo lugar en la Iglesia de Santiago.
En la misma se veía la iglesia de San Miguel, la cual fue demolida a fines de los años sesenta, aunque su historia se remontaba a 1670 aproximadamente. En este año, el gremio de arrieros de Montoro decidió levantar en esta plaza una ermita para honrar al Arcángel San Miguel por la protección que Éste pudiera darle en su trabajo y en sus idas y venidas con cargas de aceite a otros lugares fuera de la localidad, con la problemática del pillaje y bandidaje que existía en Sierra Morena sobre todo entre Cardeña y Fuencaliente.
Esta ermita se encuentra poco reflejada en los documentos existentes, aunque uno de ellos que nos interesa – de cara a la protección y culto de la misma – es el testamento de doña Josefa de Béjar y Lara que indica que tenía prestados muchos útiles de culto a este templo. Corria el año 1934.
Como curiosidad diremos que una vez eliminado el arco de la calle Arco, parece que se colocó durante un tiempo la arcada de entrada de San Miguel, que una vez demolida nuevamente para hacer una obra colindante, paso a ubicarse en la puerta trasera del Hospital de Jesús Nazareno, en la parte de la calle Sor Josefa Artola.
De la misma forma sabemos que tras la Guerra Civil las imágenes de la Vera Cruz iniciaron algunos años su cortejo desde este lugar por la ruina en la que se encontraba la iglesia de Santiago.
Por último indicar como curiosidad que la campana que sobrevuela en la desaparecida espadaña, hoy corona la espadaña de la iglesia de Santa Ana, sita en el querido barrio del Retamar.