POR JOSÉ ORTIZ GARCÍA, CRONISTA OFICIAL DE MONTORO (CÓRDOBA)
Una vez concluida la Guerra Civil, las epidemias y enfermedades se incrementaron de forma exponencial siendo una de las más frecuentes la tuberculosis. Hemos de tener en cuenta que muchas personas habían perdido todo y estaban en el más absoluto desamparo sin poder llegar a comprar medicamentos básicos, siendo por tanto pasto de la muerte en poco tiempo.
Por ese motivo en la posguerra se creó un Instituto Central para la lucha contra esta enfermedad, siendo en Montoro uno de los lugares donde había numerosos picos de la dolencia, y donde a su vez se realizaban muchos actos para recaudar fondos para tratar a estas personas en el Hospital de Jesús Nazareno a través de la llamada Fiesta de la Flor.