POR JOSÉ ORTIZ GARCÍA, CRONISTA OFICIAL DE MONTORO (CÓRDOBA)
Desde que en Montoro se establecieron a fines del siglo XIX algunas carreteras de las más importantes, como la famosa «Carretera de Cardeña», diseñada durante el ministerio de Santos Isasa Valseca a cargo de fomento, se construyeron cada ciertos puntos kilométricos unas casillas para el albergue de los llamados peones camineros, encargados de los remiendos y cuidados de estas vías en el tramo encomendado para cada uno de estos.
La llamada carretera de Cardeña contaba con una veintena de estas casillas, entre las que se bromeaba con el típico dicho «Entre Garijo e Isasa echaron la carretera por casa», por la cercanía de sus fincas con el trazado de la vía de comunicación.
Una de las que aún quedan en pie es la de la Loma, a cinco kilometros de la localidad, antes de llegar al Molino de Quirós.
Aquí os dejamos una imagen de fines del XIX donde se ve una casilla de peones del término con una mujer de cierta edad dando de comer a sus aves de corral.
Desconozco el lugar exacto, pero sí que es en el término de Montoro.