POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONIST OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ).
A lo lejos se oye “Mariquilla está mala ¿Con qué la curaremos? Con un palito que le demos ¿Dónde está el palo? La lumbre lo ha quemado…”. Hoy miro aquel tiempo que se fue bajo el baile del repión, del polvo levantado por el golpeo de la comba, de la tiza marcando el recinto del piso, de los saltos de entera, de las carreras buscando las cuatro esquinas, del golpe del cinturón que castigaba sin piedad la espalda por decreto del rey verdugo, del escozor por los pelotazos, de la habilidad en el escondite, de la intensa pelá del bolindre de cristal, del golpe seco de la billarda, de policías y ladrones. Del voy mosaca, junto con el hilo morao, tráemelo atao, por una oreja de medio lao. Reivindico que nunca nos arranquen aquellos juegos que nos hicieron más humanos, porque aquel tiempo y su memoria ahora se han detenido.
Y escucho desde el ovillo de la memoria: “Al cocherito leré, me dijo anoche, leré, que si quería, leré, montar en coche, leré”.