POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Como ayer traté de «unes patatines con mejillones» y por lo que veo la cosa tuvo bastante -por no decir «mucha» -aceptación, pues hoy, por el aquel del fin de semana y el del ahorro, voy a comentar una receta que aprendí hace muchos, muchos años, más de medio siglo, de una gran cocinera riosellana que se llamaba CARMEN RODRIGUEZ; persona que me quiso mucho y a la que yo quise por igual.
La cosa fue que a Carmen, que no sabía leer, le habían hablado de este plato, vio la foto en una revista y me pidió que le leyera la receta.
La leí y releí varias veces hasta que ella y yo la memorizamos. CARMEN preparó el plato… ¡y qué éxito!
Ella se ganó los honores de excelente cocinera yo enriquecí mi archivo «cocineril».
Empecemos por «la cosa».
¿Qué es el CURRY?
Pues, miren ustedes, NO LO SE, ni creo que nadie (salvo sus elaboradores) lo sepa.
Así, en síntesis, es una mezcla de diversas especias, aromáticas y más o menos picantes, muy usada en las cocinas asiáticas para complementar arroces, guisos de carnes y de pescados… etc.
Creo que la palabra original de este condimento es, o era, KARI, con significado de especia que acompaña al arroz.
El curry se vende en polvo y cada fabricante-elaborador tiene la fórmula y el secreto de su elaboración.
Así que ustedes «compren y callen».
Bueno, pues visto lo visto (es decir, nada de nada) vamos con la receta que yo aprendí.
En primer lugar abriremos los mejillones al vapor con un vaso de buen vino blanco castellano y, si gusta, una hojita de laurel. Seleccionamos la carne y reservamos el caldo.
Aparte, en sartén con aceite, pocha una cebolla cortada en fino y, ya en su punto, se añaden media cucharada de harina, una copita de vino de Jerez, el caldo de los mejillones, los mejillones, y media cucharada de curry.
Da unos hervores y se reserva. Ha de quedar ligeramente espesito.
También aparte, se prepara un arroz blanco al modo acostumbrado.
Se dispone el arroz en un molde de aro, se coloca en una fuente circular plana y se demolda formando una corona. En su centro se echan los mejillones con su salsa y la corona de arroz se adorna con un espolvoreo de perejil pìcado muy en fino.
¡Ah! Recuerden que, así dicen, los mejillones son afrodisíacos y el curry, por lo del picante, también.
En fin, un plato delicioso y barato para disfrutar con el «derby» Sporting – Oviedo