POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
¿Recuerdan?
Hace unos días comentaba un guiso de «patatines nueves con fabonines de mayo», bien sazonado con un complemento de choricín un si es no es picante.
Fue y es un plato muy popular y campesino en Asturias que, por el aquel de la modernidad, ya está empezando a perderse.
Pues verán: resulta que aún me quedaban unas vainas (de fabones, se entiende) por desgranar y me dije: ¿Qué podremos inventar para diseñar con ellas un guiso diferente?
Pero como en esto de la cocina ya está todo inventado, pensé que sería mejor consultar en alguno de los libros que poseo en mi biblioteca. Y así, casi a «ojos cerrados», eché mano del libro LA COCINA GITANA DE MATILDE AMAYA, con autoría de la propia Matilde Amaya y de Eva Celada (Belacqua).
Barcelona 2002), por ver si encontraba «alguna luz» al respecto.
En efecto.
En el apartado de arroces se describe una receta a base de arroz (lógicamente), habitas de mayo, bacalao y otros ingredientes vegetales.
¡Ya está la idea!
Vamos a sustituir el bacalao por pequeños «taquinos de jamón serrano» y unas sobras de pollo guisado que «andan por el frigorífico en espera de destino».
Y es que, amigos míos, en estos tiempos de crisis y con avisos de futuros recortes, el frigorífico resulta indispensable en el aprovechamiento de lo que «quedó en demasía» y que siempre es bueno.
¡Demonios!
Si reciclamos residuos urbanos y domésticos (vidrio, papel, etc.) con propósito de rentabilidad económica, ¿por qué nos asustamos al utilizar con fines de alimentación «residuos» (sobras) perfectamente útiles y ya preparadas?
Pues vayamos a nuestro «invento».
En una sartén grande, ancha y de no excesivo fondo, tipo paella, hicimos un sofrito de ajo laminado e inmediatamente rehogamos en él una taza y media de arroz bomba.
Sumamos las habitas tiernas desgranadas (eliminada también la piel externa de la semilla o tegumento), los taquitos de jamón serrano y el pollo (ya guisado) desmenuzado.
Agregamos caldo de ave (3,5 – 4 tazas), azafrán y sal… y ¡a cocer!
Primero, a fuego fuerte; después, a fuego moderado.
Tiempo de cocción: 15 minutos abundantes. Tiempo de reposo (tapada la sartén): 5 minutos.
Para servir, adornamos con unos espárragos.
¡Oigan! ¡Saben otra cosa?
¡¡¡No inventamos nada!!!
Este plato ya lo conocen en Extremadura desde los tiempos en que Prim era cadete…