POR JOSÉ SIMEÓN CARRASCO MOLINA, CRONISTA OFICIAL DE ABARÁN (MURCIA).
Aunque murió a los 95 años, durante toda su vida fue el “Nene de Don Antonio”, un apelativo cariñoso que se mantiene en algunas familias, nombrando así al hermano mayor al igual que se llama como “Nena” a la hermana mayor.
Era el hijo mayor de Don Antonio Garcia Candel, hermano de Don Jesús Garcia Candel, dos maestros respetados y respetables, cualidades que heredó José Joaquín y que también compartía con su hermana, la “Nena”, Dª María, una gran mujer y una gran maestra.
Con esos mimbres no es de extrañar que se forjara una persona de gran calidad humana y de gran trascendencia social como lo fue José Joaquìn, ahora ya fallecido.
Quizás lo que más destaque de él no son los cargos que desempeñó, muy importantes, sino la discreción y la prudencia con que llevó a cabo su vida privada y su vida pública, pues era una persona de trato exquisito y educado.
Cuando en 1970 llegó a la alcaldía de este pueblo, él era un hombre enemigo de aparecer públicamente y con una vida dedicada a su familia y a su empresa, sin hacer “ruido”. Pero le llegó el encargo de ocupar el primer sillón en el Ayuntamiento en unos años difíciles políticamente hablando, pues tuvo que vivir como alcalde los últimos años del régimen de Franco y los primeros años tras su muerte, antes de que se celebraran en abril de 1979 las primeras elecciones democráticas. Y, en estos tiempos que fueron, como es de suponer, de bastante tensión social y política, José Joaquín siempre demostró su temple y su equilibrio, además de una gran sensibilidad y preocupación por mejorar la vida de los abaraneros.
Pero, tras este paso por el Ayuntamiento, apenas tres años después, en 1982, nuestro paisano salta a un mundo tan complicado y tensionado como es el del agua y es nombrado presidente del Sindicato Central de Regantes del Trasvase. Y su valía y su capacidad y esas otras virtudes que ya demostró como alcalde, hacen que mantenga la confianza de los regantes durante veinticinco años, en los cuales defendió, con discreción pero con firmeza, la necesidad de que las aguas del Tajo no dejaran de llegar a regar nuestras tierras sedientas. Esta labor le fue reconocida con varias distinciones a nivel regional y nacional.
Nos dice adiós para siempre, en este enero que tantas vidas va segando, un gran abaranero que, desde la prudencia y la elegancia en el estar y en el actuar, se ganó en vida el respeto y el reconocimiento de este pueblo y de esta región.
Descanse en paz
FUENTE: https://radioabaran.com/jose-joaquin-garcia-yelo-hombre-respetado-y-respetable/