POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ).
Agradezco al padre Antonio Arévalo Sánchez, secretario de la provincia de la Inmaculada Concepción, de la Orden de Frailes Menores F (OFM, Franciscanos), licenciado en Historia Moderna y director de la Revista Guadalupe -revista que se edita desde 1916- la publicación en su número 872 (enero-febrero 2021) de mi artículo al que se dedican siete páginas.
En la memoria del tiempo presente, el escritor llerenense, José María Peña Vázquez ha dicho sobre Arturo Gazul: “Se trata de un escritor difícil de clasificar: de gran cultura, de escritura muy suelta, se ocupó de todos los temas posibles, es un viajero que deleitaba contando anécdotas, reflejando el arte, la literatura, los paisajes, el ambiente, la idiosincrasia, la música, la política y demás motivos que le suscitaban tantas ciudades y países visitados. Fue un autor siempre abierto a la modernidad sin abjurar de sus principios, de criterio ecuánime, de talante liberal y muy tolerante ante las ideas y costumbres ajenas”. También convienen los autores Antonio García Carrasco y Francisco Javier Mateos Ascacíbar sobre Arturo Gazul: “El buen hacer literario de Arturo Gazul, quedó reflejado en la prensa diaria regional y nacional durante más de cincuenta años del siglo XX. El paso de los años ha establecido su valía como escritor”.
Arturo Gazul Sánchez-Solana, fue nombrado hijo predilecto de Llerena y cronista oficial honorario de la Diputación de Badajoz. La Biblioteca Pública Municipal de Llerena y una de sus plazas lleva su nombre. A comienzos de la década de los años veinte del siglo pasado inició un largo periplo para visitar todos los países de la ribera del Mediterráneo: Marruecos, Italia, Grecia, Argelia, Túnez, Egipto, islas del Egeo y Turquía. Ciudades como Alejandría, Estambul, Budapest, Viena, Berlín, París y Londres fueron sus residencias temporales durante largos periodos de tiempo. Desde allí mandaba sus crónicas a los diarios Correo de la Mañana, Correo Extremeño y Noticiero Sevillano. Los viajes a Asís, Belén, Jerusalén y Montemolín, que comento en el artículo publicado en la Revista Guadalupe, los hace Gazul en los años 1921, 1923, 1925 y 1927.