POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ)
La madrugada del 28 de agosto, desde hace siglos, se organizaban y aún se siguen organizando, cada vez menos, peregrinaciones de fieles y devotos por el Camino viejo de Barbaño, andando en busca de la imagen más antigua, querida y sagrada. Quizás los verdaderos mantenedores de la tradición que, como casi todos los ritos que lo son, se va trasmitiendo de la mano de las abuelas, las tías y las madres. Es un día de vivir y sentir. De ver y recordar. De reflexionar y de rezar. Es un día de emociones. Es una de las mañanas más hermosas del verano. La mañana de la Virgen. Mañana de azul y plata. Así ha sido desde siglos y seguirá siendo. El rostro de esta muchacha está cargado de historia e historias de dolores y de cicatrices producidas por el mal que causamos. Así pasa el tiempo, los años y los siglos. (Siete días faltan para que la imagen de Ntra. Señora de Barbaño, Patrona de Montijo llegue para quedarse hasta el primer domingo de octubre)