FRENTE A LAS ADVERTENCIAS LLEGADAS INCLUSO DEL PRUDENTE CRONISTA OFICIAL DE TELDE, ANTONIO MARÍA GONZÁLEZ PADRÓN, EL AYUNTAMIENTO DE TELDE, DESDE LA CONCEJALÍA DE FESTEJOS A LA PROPIA ALCALDÍA, HAN HECHO OÍDOS SORDOS, Y HAN PERMITIDO TAMAÑO ATENTADO CONTRA NUESTRO PATRIMONIO
El Ayuntamiento de Telde vuelve a las andadas, y de nuevo monta casetas y ventorrillos de comidas y bebidas en medio de uno de los entornos históricos monumentales más importantes de Canarias. De nada han servido las advertencias de los expertos en conservación del patrimonio. La zafiedad y la vulgaridad más rampante han podido más que el respeto a nuestra historia.
El conjunto histórico y monumental de San Juan, visitado a diario por cientos de turistas, y cuya restauración ha costado a los ciudadanos cientos de millones de euros, vuelve a ser el escenario elegido por el Ayuntamiento de Telde para la celebración de la bacanal carnavalera, sin tener en cuenta las más mínimas medidas de protección para este delicado entorno urbano, y desoyendo las advertencias que los expertos en conservación del patrimonio histórico han lanzado.
Casetas, ventorrillos y chiringuitos dedicados al negocio de la comida y la bebida se han instalado en la plaza de San Juan y sus aledaños, con evidente desprecio a la protección del nuestra historia. Y si bien es cierto y muy respetable la celebración de la fiesta del Carnaval y cualquier otra, no es menos cierto que la elección del emplazamiento no puede ser más equivocada. Ni el lugar reúne las condiciones para que los asistentes disfruten con comodidad y seguridad de los fastos, ni este entorno monumental merece tal atropello.
Las casetas instaladas se asientan sobre patas metálicas sin ninguna protección para el pavimento. El escenario, con su montaje de luz, sonido y posiblemente pirotecnia, se emplaza peligrosamente cerca de edificaciones con estructura de madera que datan del siglo XV y XVI. La Basílica de San Juan, cuya restauración costó millones de euros y varias décadas, sufrirá de nuevo las vibraciones de los grandes altavoces ubicados en la Plaza, por no hablar de lo impropio del lugar para una correcta evacuación y medidas de seguridad en caso de ocurrir una desgracia.
Frente a las advertencias llegadas incluso del prudente Cronista Oficial de Telde, Antonio María González Padrón, el Ayuntamiento de Telde, desde la concejalía de Festejos a la propia Alcaldía, han hecho oídos sordos, y han permitido tamaño atentado contra nuestro patrimonio.
Para vergüenza de todos los teldenses, cientos de turistas acuden cada día a San Juan para deleitarse con nuestro patrimonio histórico, encontrándose con la fea estampa de ventorillos y casetas que inundan la plaza y afean de manera considerable el entorno. Esta misma mañana pudimos ser testigos de la sorpresa y desagrado con que muchos turistas reaccionaban ante la genialidad municipal.
Por si esto fuera poco, furgonetas municipales y privadas entran y salen libremente de la Plaza para descargar sus mercancías, ante la complacencia (qué remedio) del único agente de la Policía Local presente en el lugar.
Fuente: http://www.teldenoticias.com/