POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
Ser uno mismo, fato y guapo que escupe a la cara es el dogma de estos chorras y sansirolés de la telerrealidad, cuyo icono y tonta del bote por antonomasia, auténtica pendeja, reaccionaria, pacata y, a su vez, indecente, es Belén Esteban, tan rica como mentecata, mona de feria, paradigma de memos y pavitontas. Jactarse de rústico y babieca, grabar en su pellejo sobresaltos amorosos y presumir de lealtad a Perogrullo, son los valores de estos intonsos, adanes y evas trepados en el parral de Tele 5. El estudio y la reflexión previa, o sea, contar hasta diez, ya no digo retirarse al desierto o matricularse en solfeo, sería anatema. Hay que reducir trámites, suprimir instancias indirectas, que dijo Ortega; ¿qué es eso de la civilización? Aullemos y démosle a la zambomba. La majadería punto es, un tesoro para las productoras, impone su estética, quiero decir su patética.
Fuente: http://www.lne.es/