POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (OVIEDO)
Los nogales (les nozales, decimos en Asturias) están, en estos días, regalándonos sus frutos; frutos sabrosísimos que empezaron a entrar en sazón a principios de septiembre cuando en La Riera de Covadonga celebraron la festividad de sus «Santinos».
Lo dice el refranero:» Por San Justo y San Pastor entran las nueces en sabor, las mozas en amor y las viejas en dolor».
Y es el mismo refranero quien nos recomienda comerlas con pan -«nueces con pan, ricas están» -o con higos- «nueces e higos, buenos amigos».
Pero aún hay más cosas en el refranero que merece la pena comentar. Asturias, en estos primeros días de octubre, es un racimo de celebraciones en honor de Nª Sra. la Virgen del Rosario y son muchos los pueblos y cofradías que organizan rezos del rosario en plan procesión popular, como lo hacen en San Juan de Duz, en el concejo de Colunga.
Son Rosarios cortos, de cinco misterios, y en cada misterio se rezan diez avemarías.
¿Por qué aconseja el refranero que «avemarías y nueces, por dieces»?
Una respuesta -la de las avemarías- ya está dada; la otra, la de las nueces, hay que interpretarla desde un punto de vista nutricional y «médico».
Las nueces son un alimento graso, rico en grasas insaturadas con presencia de los famosos «omega-3», que actúan como sustancias que previenen accidentes cardiovasculares y cuyo consumo resulta adecuado para quienes padecen cardiopatías.
Voy a insinuarles una receta que, así lo creo, será de su agrado.
Preparen una cazuelita pequeña -de las de tipo helado- con cuajada de leche de vaca. Tuesten en el horno unas nueces, quiten la cáscara, selecciones la semilla y trocéenla groseramente.
Bañen la cuajada con una fina capa de miel y espolvoreen con la nuez troceada.
Verán que maravilla de postre.