POR JOAQUÍN CARRILLO ESPINOSA, CRONISTA OFICIAL DE ULEA (MURCIA)
Ulea, pueblo enclavado en el corazón del Valle de Ricote, atesora una rica historia y a la vez, es cuna de grandes personas que han sido capaces de ir dejando impronta allá donde han ejercido su profesión.
En esta ocasión voy a rememorar los hechos de un insigne vecino qué, en la década de 1950 ingresó en la Escuela de aeromodelismo de Huesca y, cuando regresó a su pueblo a pasar una temporada de vacaciones, fue capaz de hacer una exhibición ante la multitud de conocidos, familiares y amigos que estaban ansiosos de contemplar sus pericias.
Sucedió hace 65 años y su actuación fue digna de encomio en toda la comarca ya qué, con su aparato volador y, ayudado por multitud de jóvenes que le alentaban y aclamaban subió a la cima del monte el Castillo y, desde allí planeo durante mas de 20 minutos, hasta aterrizar en el campo de deportes la Glorieta.
Se trata de Casto Abellán Carrillo, piloto de vuelo sin motor en la Escuela de aeromodelismo de Huesca. Fue en el año 1950, cuando Casto se dispuso a verificar las pruebas ante varios centenares de personas que esperaban con impaciencia los ejercicios a realizar por el joven volador, como se le denominó de forma cariñosa.
La prensa murciana, en artículo del corresponsal Francisco Tomás y Valiente, reflejó en sus páginas los conocimientos del piloto Casto Abellán, por la pericia que demostró al sortear con gran solvencia las numerosas dificultades que entrañaba dicho vuelo.
Casto recibió felicitaciones de multitud de instituciones provinciales y nacionales; a las que se unieron las de todo el pueblo y su comarca. La multitud era un clamor popular y, cuantos tuvimos la suerte de haberlo presenciado y poderlo contar, lo revivimos como si fuera cercano en el tiempo y ya hacen 65 años de dicho acontecimiento.
Como Cronista Oficial de Ulea, rememoro este episodio para que tengan conocimiento de la peligrosa y extraordinaria gesta de nuestro querido Casto Abellán Carrillo, en el mes de diciembre del año 1950.