POR MARTÍN SÁNCHEZ GONZÁLEZ, CRONISTA OFICIAL DE GETAFE (MADRID)
El Ayuntamiento de Getafe ha tomado una gran decisión: establecer una serie de ayudas a las empresas de la localidad que reúnan los requisitos exigidos para retirar el amianto aún existente en sus edificios industriales. Los procesos de retirada del amianto de los viejos edificios existentes en los polígonos industriales de Getafe, es un proceso que requiere profesionales de alta cualificación y la utilización de medios y adopción de medidas de seguridad, para poder retirar el citado material. Su manipulación está tasada y sujeta al cumplimiento de la legislación correspondiente, para su tratamiento y eliminación. Es además un procedimiento muy caro.
Se trata de una gran iniciativa del Ayuntamiento. El amianto produce cáncer.
En Getafe existió una gran factoría (URALITA) que fabricaba productos de amianto para la construcción, que se distribuían por todo el territorio nacional. Fabricaba placas o planchas de uralita para cubiertas, tuberías para canalización de aguas, etc.
La factoría se instaló en Getafe en 1945, en el conocido polígono industrial de los Ángeles. Trás muchas denuncias de trabajadores de esta empresa, por la enfermedad de muchos de ellos, a los cuales se les reconoció una grave enfermedad laboral, causada por el polvo que produce el amianto en la fabricación de los productos derivados del mismo, fueron indemnizados tras reconocerles una grave enfermedad laboral. Tras largos procesos de reclamaciones, la empresa se vio obligada a cerrar.
Hoy esta empresa no existe y aquel producto está prohibido en toda la Unión Europea. En sus terrenos existen otras empresas dedicadas a prácticas más saludables. Les dejo la siguiente información que da cuenta de este complicado proceso.
El amianto fue prohibido en España en 2001 pese a que el Centro Internacional de Investigación del Cáncer de la Organización Mundial de la Salud clasificó todas las categorías de amianto como cancerígenas en 1973. Uralita tuvo cinco fábricas de fibrocemento, el material para la construcción que contenía el amianto, funcionando entre 20 y 50 años a partir de la década de los 60 del pasado siglo en Getafe, Cerdanyola-Ripollet (Barcelona), San Vicente (Alicante), Valladolid, Sevilla y Quart de Poblet (Valencia). La primera condena contra la empresa Uralita llegaría en España en 1997: el trabajador de la factoría de Cerdanyola obtuvo en 1982 del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) la invalidez permanente en grado total por la enfermedad profesional denominada asbestosis pulmonar. Falleció en 1993 por un cáncer de pulmón.
Los abogados de Colectivo Ronda apuntan que desde 2012 se han dado más condenas contra la compañía, sin embargo Uralita no cambió su nombre por Corporación Empresarial de Materiales de Construcción (Coemac) hasta 2015 para “reflejar la nueva etapa iniciada por el grupo de materiales de construcción tras el saneamiento financiero llevado a cabo”, según apunta la propia compañía en una nota de prensa. Ni una mención al calvario de sus trabajadores ni a las continuas condenas que han sufrido desde entonces en los juzgados españoles.
En su memoria de resultados de esta empresa, correspondiente a 2017 (obtuvo 8,6 millones de beneficios) la antigua Uralita explica que “incluyen provisiones para gastos derivados de procedimientos sociales y de responsabilidad civil iniciados contra el grupo por reclamaciones relacionadas con antiguos procesos de producción abandonados hace más de una década por importe de 23,0 millones de euros”. Esta empresa no ha respondido a la llamada de eldiario.es para dar su versión.
“El pico de incidencia de mesotelioma está por llegar”
La doctora María Antonia Juretschke, neumóloga del Hospital Universitario de Getafe, explicó en unas jornadas organizadas por este colectivo la semana pasada en Getafe que “se sabe desde hace mucho tiempo que es una sustancia muy tóxica. La exposición al amianto en España ha sido brutal, pero todas las enfermedades relacionadas con el amianto tardan muchos años en manifestarse. El pico de incidencia de mesotelioma está por llegar, aunque cada vez tenemos más formas de diagnóstico y tratamiento de este tipo de cáncer”.
El proceso seguido por el «Colectivo Ronda» que defendió la mayoría de los casos de los trabajadores implicados, pusieron de manifiesto que lo peor de todo lo ocurrido era que la sentencia solía llegar con el trabajador ya fallecido. «Se trataba de una enfermedad que tarda en desarrollarse pero que luego tiene unos efectos muy rápidos en los pacientes». Uralita mantenía una política continua de emprender recursos contra los procedimientos judiciales para intentar desincentivar a unas personas que se encuentran en una situación de vulnerabilidad muy alta.
«Más de 70 años después de que Uralita conociera el impacto del amianto sobre la salud de las personas las cifras de posibles afectados son aterradoras. Un informe de Comisiones Obreras apuntaba que la cifra de víctimas mortales en España entre 2000 y 2030 se elevaría las 50.000 provocadas por la exposición al amianto durante en las décadas de los ochenta y los noventa. Entre 1994 y 2008 ha habido 3.943 fallecimientos oficiales vinculados directamente al amianto. Investigadores del Instituto de Salud Carlos III hicieron un informe en 2013 en el que señalaban que entre 2016 y 2020 más de 1.300 personas morirían por cáncer pleural derivado del amianto».
«La Asociación de Víctimas Afectadas por el Amianto de Catalunya (AVAAC) estima que “han fallecido 40.000 personas por el amianto y se prevé que puedan fallecer 40.000 más, lo que es un auténtico genocidio laboral y social”. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) calcula que anualmente en el mundo se producen 100.000 muertes en todo el mundo por estar en contacto con este producto contaminante».
La agencia EFE, con fecha diecinueve de agosto de 2014, divulgó la noticia de que la corporación municipal de Getafe, compuesta por PP, PSOE, IU y UPyD, ha aprobado por unanimidad instar a la empresa que durante estos días están llevando a cabo labores de descontaminación en los antiguos terrenos de la empresa Uralita a controlar que los trabajos no afecten a zonas aledañas.
Izquierda Unida propuso en el pleno esta moción, aprobada por unanimidad, para controlar que estos trabajos no afecten a la zona colindante, una vez que se ha levantado una nube de polvo que, según sus temores, podría contener amianto. La iniciativa de la corporación insta a la empresa que está realizando estos trabajos a realizar inspecciones de descontaminación. Es mucha la tinta que se ha vertido sobre la tragedia de las factorías de Uralita en el mundo.
La historia nos enseña el pasado y nos ayuda a no cometer los mismos errores.