POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
Reviso los resultados de Oviedo y me agrada advertir una pluralidad que no conozco en esta plaza desde qué sé yo cuánto, desde que nos perseguían los grises por el Paseo de los Álamos; entonces ellos eran muchos, también nosotros. Esa es la pluralidad, no una masa compacta, sino múltiples fuerzas en un Campo de San Francisco heterogéneo. Hoy tiene mi ciudad un aire distinto y pido a Rivi, único edil que conozco personalmente, que ayude a formar un gobierno donde quepamos más que antes y variopintos, que cambie el bichi, que se ayunte con Ana Taboada y con Wenceslao para nadie se quede “en sin probalu”, como decía aquel de Tazones en referencia al acto copulativo. Ahora se trata de cohabitar, de ayuntarse y cabalgar, es lo que significa Ayuntamiento; no viene de “unto” sino de “ayunto”. ¡Que la ciudad cambie de luz, ya no digo de farolas!
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